Abro mis ojos medio adormilado. Estoy acostumbrado a despertarme temprano y parece que mi reloj biológico lo sabe. Escucho la lluvia que cae fuera. Anoche empezó a llover tarde y no ha parado. Miro a mi lado y sonrio. Maya tiene su cabeza en mi pecho y su mano en mi abdomen. Estoy muy agusto aquí. En su cama, con ella. No conozco otro sitio mejor donde estar ahora mismo. Subo más las mantas para taparnos y pienso en anoche.
Fue el puto paraíso estar con ella. Tenía tantas ganas de hacerle el amor, porque eso fue lo que hicimos anoche, el amor. Hace tiempo me jure que cuando volviera a estar con alguien sería porque sintiera algo por ella, y es lo que me pasa con Maya. Me gusta, me gusta muchísimo, pero es algo más que eso. Siento que ha puesto mi mundo patas arriba, con su sonrisa, con su arrollante personalidad y esa pasión que pone en todo lo que hace. Me gusta desde el primer día que la ví. Desde que la vi sonrojarse por mi. Y estaba deseando estar con ella. Ha sido perfecto. Mejor regalo de cumpleaños no podía tener.
Esta noche he descubierto otra Maya. Una apasionada, que responde a mis caricias, que toma la iniciativa y que hace lo que quiere. Y eso me ha encendido. Me tiene loco por ella. Loco.
La siento moverse y sonrío. Acaricio su desnudo hombro y ella suspira. Hago círculos con sus dedos en su piel y le aparto el pelo. Anoche le dejé marcado el cuello. Fue sin pensarlo. Me cegaba el deseo por ella. Es bastante visible, y si a ella no le importa, a mi tampoco. Ya va siendo hora de que todos se enteren de que estamos juntos. Aunque eso signifique enfrentarme a Marco. A ver como le explico que estoy con ella. Seguro que me mata.
- Buenos días Marquitos
- Buenos días preciosa
- ¿Has dormido bien?
- A tu lado, de maravilla
Rozo un poco sus labios y la atraigo de nuevo hacia mi pecho. Durante unos segundos, ninguno de los dos abre la boca.
- ¿En que piensas Marcos? -me pregunta Maya mientras con una de sus manos acaricia mi abdomen haciendo que mi piel se ponga de gallina.
- En nada preciosa, estoy escuchando como llueve.
- ¿No es increíble? Que fuera esté lloviendo y nosotros aquí metiditos en la cama tan calentitos...
- Si, si que lo es. Ahora mismo no conozco mejor sitio donde estar...
- ¿De verdad? -me pregunta mientras alza su cabeza y me mira
- De verdad, abejita. Hacia mucho tiempo que no estaba tan agusto con alguien, y es por tu culpa preciosa...me tienes loco...
Ella me mira y se rie. Se acerca a mi y me da un beso lento. Su lengua explora mi boca mientras yo le cojo su cabeza y profundizo más el beso. Su boca se siente tan caliente al contacto con mis labios.
Maya se separa y vuelve a poner su cabeza en mi pecho. Sigo acariciándole los hombros mientras pone su mano de vuelta en mi abdomen. Dice que le encanta mis abdominales. Anoche me las besó y tuve que hacerle el amor otra vez, porque me tenía encendido. Está vez lo hicimos despacio, recorriendonos todo el cuerpo con nuestras manos y nuestras bocas. Aprendiendonos cada parte. Disfrutando el uno del otro.
- Podría quedarme dormida aquí mismo en tu pecho Marcos
- Pues hazlo cariño
- ¿Me has dicho cariño?
Maya levanta su cabeza y se me queda mirando con una maravillosa sonrisa. Le aparto el pelo de la cara y le doy un beso en los labios.
- Maya, quiero que seamos algo más que esto, algo más que acostarnos juntos
Vale, ya sé lo he dicho. Creo que este es el momento perfecto para decírselo.
- ¿Quieres que salgamos juntos Marcos?
Maya traga saliva con fuerza y me mira con cautela. Yo asiento y le sonrío para que deje de estar tan nerviosa.
- Quiero que seas mi novia, Maya
Mi abejita se muerde el labio y ataca mi boca de nuevo. Esta vez el beso es más urgente y más necesitado. Cuando nos separamos, ella sigue sonriendo, y a mi eso me da la vida.
- Quiero ser tu novia Marcos
__________________________Maya se ha quedado dormida encima de mi pecho. Mi novia. Joder. Estoy más tranquilo desde que me ha dicho que si. Lo tenía muy claro con ella. O novios o nada. Yo no estoy con Maya para pasar el rato. Lo estoy porque siento algo por ella y quiero seguir sintiendo más cosas.
Ella se revuelve un poco en mi pecho y yo sonrío como un tonto.
-
Preciosa -le digo acariciándole el cuello- tengo que ir al baño
- Ay si, claro -me dice mientras se quita de encima mia.
Maya se queda en la cama y yo me levanto buscando mi ropa interior. Me doy la vuelta y la miro y lo que veo me deja sin palabras. Ella está en la cama desnuda y preciosa. Así que me acerco a ella y le doy un suave beso en los labios mientras me voy al baño
- Marcos, no tardes que tengo frío y necesito que me calientes
- Abejita, te voy a calentar tanto que te vas a creer que estamos en verano
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No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomanceMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...