No me la quito de la cabeza. Anoche no podía dejar de pensar en ella. En sus besos, en su dulce boca, en su cuerpo debajo del mio, tan receptiva a mis caricias. No sé qué hubiera pasado sino llegan a aparecer Marco y Claudia. Le hubiera hecho el amor en el sofá. Seguro. Es lo que deseaba. Menos mal que nos interrumpieron. No hubiera estado bien. La primera vez que esté con Maya, tiene que ser en algún sitio donde estemos los dos tranquilos y solos. Que nadie nos moleste, que tengamos mucho tiempo. Porque después de lo de ayer en el sofá, la deseo, muchísimo. Deseo tenerla en mi cama y hacerle el amor de todas las formas que se me ocurren.
Pero me prometí que con ella, iría despacio. Que haría las cosas bien. Y aquí estoy, en mi casa, con el móvil en la mano, preparado para llamarla. Marco su número y espero. A los 3 tonos descuelga.- Hola Marquitos - sólo escuchar su voz y ya me tiene alterado.
- Hola abejita, ¿que haces?
- Estudiando, para variar
- ¿Tienes mucho que estudiar?
- Pssshh, algo, hasta la semana que viene no tengo exámen
- Pues genial. Seguro que te sale muy bien.
- ¿Y tú qué tal?
- Bien, también. Oye, te llamaba por si quieres ir al cine...
- Me encantaría, ¿cuando?
- Pues si quieres, mañana...
- No, mañana no... ¿puede ser hoy Marcos?
- Bueno... sí ... yo lo decía por si tenias que estudiar
- Es que... tengo muchas ganas de verte Marcos - joder, me encanta Maya. Tiene tantas ganas de verme como yo a ella
- Y yo a ti... ¿quieres que vaya a recogerte ?
- Si, vale. Me voy vistiendo mientras vienes
- Pues hasta ahora
- Hasta ahora
Cuelgo el teléfono y me paso las manos por el pelo. Estoy sonriendo como un tonto. Me apetece mucho salir con ella. Llevarla al cine y luego a cenar. Cosas normales de ¿parejas? Uffff. Ni lo pienso porque la idea me gusta demasiado.
Me visto yo también con un pantalón y un jersey. Cojo mi chaqueta y bajo al sótano a por el coche. Conduzco tranquilo por las calles iluminadas. Cada vez anochece más tarde. 20 minutos después estoy en casa de Maya. Le he mandado un mensaje diciéndole que estaba abajo. La espero apoyado en mi coche. Estoy nervioso, la verdad.
Maya sale de su portal 5 minutos después. Está muy guapa. Me mira y una gran sonrisa se dibuja en su cara. Viene hacia mi con paso decidido y se lanza a mis brazos sin pensárselo 2 veces. Sus manos están agarradas a mi cuello mientras yo la abrazo por la cintura y la atraigo a mi para besarla. Sus labios buscan los míos desesperados. Nuestras lenguas explorándonos. El calor de su cuerpo me invade por todos los sentidos. Nos separamos y nos miramos. Ella sigue con los ojos brillantes.
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No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomanceMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...