Estoy casi llegando a casa de Marco y Claudia. Han decidido hacer una pequeña cena sólo con los amigos. Se ve que hace unos años también la hicieron y quieren seguir con la tradición. Menos mal que el entrenamiento de mañana es por la tarde, por si hoy nos apetece desmadrarnos un poco. Algo, que yo no suelo hacer, pero, que si ocurre, voy a dejar que pase. No sé si vendrá Maya. Sé que la Navidad la ha pasado con los Asensio porque me lo contó Claudia.
Desde el día que cenamos juntos, no hemos vuelto a hablar. La he visto un par de veces en casa de Marco, pero de pasada. Me la he cruzado cuando se iba a clase y no hemos podido hablar nada más. Entre eso y que me convocaron con la selección, apenas nos hemos visto. Ni siquiera tengo su teléfono para por lo menos para hablar con ella. Espero verla esta noche. De verdad que espero verla.
Claudia nos ha dicho que vengamos cómodos, nada de ir muy arreglados. Así que me he puesto unos vaqueros claros y un jersey negro. Esta noche tengo ganas de pasármelo bien. Los últimos meses del año sólo me han traído cosas buenas. Y espero que el nuevo año sea igual. Y si he de ser sincero, el hecho de que Maya esté o no, pues va a influir también en mi estado de ánimo.
Aparco el coche en la puerta de los Asensio, y veo que algunos ya han llegado. Me bajo y cojo la chaqueta, la verdad es que hace frío. Llamo al portero y enseguida me abren. Cierro la puerta tras de mí y cruzo el jardín. La puerta de la casa está abierta. Dentro ya se escuchan voces y risas. Sobre todo la de Isco. Es inconfundible. Marco me recibe en la puerta y me da un apretón en el hombro.
- ¿Qué hay Marcos? –me dice mientras me lleva al comedor
- ¡Que frio hace tío! -le digo frotando mis manos para entrar en calor
- Si que hace. Anda pasa, que dentro se está en la gloria. Hemos encendido la chimenea y todo.
- ¿Ya están todos?
- No...ya sabes...
- Alex
- Si hijo si, este no cambia
Nos reímos los dos y entramos al comedor. Es cierto que están todos. Saludo a mis compañeros y a las chicas. Viene mi chica favorita y me echa los bracitos para que la coja. Miro alrededor buscando a Maya, pero no la veo. Si, estoy decepcionado. Seguramente tenga planes con sus amigos. Es joven y querrá salir a divertirse. Me hubiera encantado verla. Claudia sale de la cocina riéndose. Me ve y me sonríe. Se acerca a mí para saludarme. Le doy dos besos sin soltar a mi enana.
- ¿Cómo estás petardo? –me dice mientras pone una cesta de pan en la mesa
- Bien, ¿y tú?
- Cansada. Recuérdame que la próxima vez que diga que la cena la preparamos nosotros, hagas que no lo haga
- Algo habréis comprado hecho, ¿no?
- Huummm...algo, pero poco, pero bueno, menos mal que las chicas han traído también cosas que han hecho ellas...hazme un favor, ¿quieres?
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No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomanceMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...