Nochevieja
Esta noche es Nochevieja y la vamos a celebrar en casa de mi hermano. Ya no lo llamo Marco apenas. Hermano, que es más bonito. Se ha convertido en una tradición el celebrar esta noche en su casa. Algo a lo que yo estoy encantada. El timbre de la puerta suena y voy yo a abrir. Detrás de ella está Isco. Su cara está muy seria y viene solo.
- ¿Cómo estás guapa? –me pregunta poniendo sus manos en mis hombros
- Muy bien –le contesto dándole dos besos
- ¿Y los vómitos?
- Nada de nada. Eso de que cuando pasa el primer trimestre se van, es verdad
- Me alegro mucho. Tienes mejor cara, pero tienes que comer más
- ¿Marcos? –le pregunto rodando mis ojos. Isco cierra la puerta y se quita su abrigo colgandolo en una de las perchas
- Si –contesta él riéndose- está muy preocupado por ti
- Lo sé, oye ¿y Sara?
- Bueno...-contesta serio- no viene. No digas nada, pero nos hemos peleado y se ha ido con sus amigas
- Lo siento mucho Isco –me acerco a él y lo cojo del brazo
- Y si te digo la verdad, es que me da igual. Esta noche quiero relajarme y pasármelo bien con vosotros
- Pues mira, mi prima Andrea también se ha peleado con el novio y ha venido sola. Pero la diferencia es que su novio es un capullo
- Ya...pero Maya, una cosa es cuando alguien es tu amiga y otra cuando es tu pareja
Isco entra en el comedor saludando a todos y yo lo miro entristecida. Está claro que le pasa algo, porque las últimas veces que lo he visto no tenía esa sonrisa que siempre tiene. Y Sara, para que hablar. Aún estoy esperando que me llame para preguntarme como sigo de mi accidente.
Este año no están Nacho y María, porque ella está a punto de dar a luz y quieren estar tranquilos en casa por si acaso, los entiendo porque a mí me pasaría lo mismo. Alex tampoco vendrá. Ya no está con la modelo del año pasado. Se ha ido con unos amigos de cuando estaba en el Castilla, entre ellos los hermanos de Claudia, a pasar el fin de año en Dubái. Y los niños tampoco están. Tanto Isa como Claudia se los han dejado a sus madres. Así que esta noche será de desenfreno. Excepto para mi, claro.
Entro en la cocina donde están Claudia y Marcos poniendo pan en una bandeja. Me rio porque esto ya lo he vivido. Joder lo que me ha cambiado la vida en un año.
- ¿De qué te ríes preciosa? –me pregunta Marcos acercándose a mí para besarme
- De nada –le contesto abrazándolo por la cintura- me acordaba del año pasado
- Ya sé de lo que te acordabas –me dice volviéndome a besar. Sí, me estoy acordando que hace un año nos besamos por primera vez aquí en el pasillo
ESTÁS LEYENDO
No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomanceMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...