Marcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor.
Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...
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Yo no tengo ganas de Fifa ni de nada. Estoy ya harto de jugar. Lo que quiero es irme al cuarto, quitarle el pijama a Maya y hundirme en ella hasta que no sepamos donde empieza uno y termina el otro. Pero es que estos son muy pesados con el puto juego. Así que echamos un par de partidos, y cuando ya ha pasado casi una hora, yo ya lo dejo. Me levanto y suelto el mando en el sofá.
- Venga Marcos -me dice Isco- vamos a echar el último
- Que no, que paso, que me voy a la cama con mi novia, y vosotros deberíais hacer lo mismo -les digo mientras me miran pensativos
- ¿Todo bien con mi hermanita? -me pregunta Marco
- Más que bien Marco. Tú mismo la has visto
- Por eso te lo digo. La veo feliz
- Chicos - dice Isco rascándose la barbilla- ¿puedo preguntaros una cosa?
- Dispara Alarcon -le dice Marco dejando el mando de la consola a un lado
- ¿No creéis que Sara está un poco rara?
- ¿En qué sentido?
- No sé... últimamente no tiene ganas de ir a ningún sitio conmigo. Si vierais lo que me ha costado que venga
- A ver -le digo yo- teniendo en cuenta que yo llevo 2 años fuera, si que la veo algo cambiada. Con Maya no para de meterse y siempre está haciendole algún comentario hiriente
- Me los hace hasta a mi -nos dice Isco apesadumbrado
- Está más pendiente de subir cosas a Instagram que de disfrutar de donde está -le dice Nacho - y eso no es sano tío
- Lo sé - le responde Isco cada vez con más cara de circunstancias- nos hemos peleado muchas veces por ese motivo. Estoy harto de que suba mi vida a las redes sociales
- ¿Tú aún la quieres? -le pregunta Marco
- Si que la quiero, no igual que al principio, pero la quiero
- Pregúntate si cuando piensas en el futuro, la ves a ella a tu lado amigo
Isco se queda pensando en las palabras de Marco. Durante unos minutos, dejamos que se desahogue y lo animamos como podemos, porque para eso están los amigos.
Decidimos irnos a la cama, y me despido de ellos enfilando el pasillo derechito al dormitorio. Cuando abro la puerta, la luz de la ventana ilumina la habitación y puedo ver a Maya dormida. Su pelo suelto está desparramado por la almohada. Su cara está tranquila. Se me hincha el corazón de verla, de saber que esta noche dormiré abrazado a ella. Me quito la ropa y me meto en la cama sólo con la camiseta y los boxers. No voy a despertarla. La veo tan tranquila. Me tapo con las sábanas y mantas. Ella se mueve acercándose a mi. Yo la abrazo por detrás y la rodeo con mi cuerpo. Me está apretando con su trasero y empiezo a tener una considerable ereccion. Resoplo porque creo que está dormida y lo está haciendo inconscientemente, ¿o no?
- Me has despertado Marcos -me dice ella con la voz adormilada
- Lo siento abejita
- Ahora te va a tocar compensarme
- Oh, nena. Vas a tardar en dormirte de nuevo __________________________
A la mañana siguiente
Maya y yo llevamos un rato despiertos, pero no tenemos ninguna ganas de levantarnos. En un rato tenemos que dejar la casa, pero hasta entonces estamos disfrutando de estar acostados. Ella está boca abajo mientras yo le acaricio su espalda desnuda, con mis dedos.
- Oye Marcos
- Dime abejita
- ¿Has jugado en más equipos aparte del Madrid y el Arsenal?
- Si, estuve una temporada cedido en el Alavés, cuando tenía 19 años. Me fui allí solo, no conocía a nadie. Al principio fue complicado, pero después me adapté bastante bien.
- Tenías la misma edad que tenía yo cuando me vine a Madrid
- Es verdad, ¿te costó mucho vivir aquí?
- Bueno, con toda la situación que yo tenía en mi casa, el venirme aquí fue una liberación. Mi padre y yo no nos llevamos muy bien, así que o me adaptaba o me moría de asco. Y ya ves, al final no me ha ido tan mal. ¡Si hasta tengo novio y todo! -esto último me lo dice riéndose. Adoro su risa.
- Oye, algún día te voy a llevar a Vitoria para que la conozcas, te va a encantar...
- Pues sí, me gustaría, la verdad es que no viajo mucho
- Pues eso se va a acabar -le digo mientras le doy la vuelta para que me mire. Me sonríe y yo me derrito- voy a llevarte a conocer todos los sitios que conozco y los que tú desees
- Marcos
- Mírame Maya -le digo mientras la cojo de la barbilla- te mereces todo en esta vida, y yo voy a intentar ponerte mi mundo a tus pies... te quiero como nunca antes he querido a nadie, no lo olvides nunca
Y la beso muy despacio. Mis labios rozan los suyos mientras una lágrima cae de su mejilla. Nos abrazamos y permanecemos un rato así en silencio. Sé que tenemos que levantarnos, sé que tenemos que irnos, pero sólo quiero estar con ella. Porque Maya es mi sueño hecho realidad. Es mi mundo entero.
- Marcos, gracias, porque ha sido el mejor cumpleaños de mi vida -me dice Maya, y yo sólo puedo sonreír y darle gracias al cielo por la mirada que me echó la castaña la primera vez que la ví.
- Este no será el único. Te prometo que habrá muchos más a mi lado
