Pobrecita mi niña. Está realmente muy malita. Anoche cuando llegué estaba dormida, pero tuve que despertarla para que se tomara la medicación. Llamé al médico del equipo y me recomendó que bebiera mucho líquido, paracetamol, un antihistamínico y un antibiótico. Así que vine cargado de la farmacia. Me traje ropa de mi casa y el portátil. He dormido con ella, no iba a hacerlo, pero su cama es muy grande y quería estar cerca por si necesitaba algo. A mitad de la noche la desperté y le di las pastillas que le tocaban. Sigue dormida y no se le baja la fiebre. Creo que anoche deliraba porque sólo me decía que yo tenía que matar al dragón.
He llamado a Claudia para decírselo y dice que en casa María y Lucas también están enfermos y que cuide mucho a su Maya. Vaya plan tiene la pobre.
Por suerte, hasta el miércoles no tengo que volver a los entrenamientos porque después de haber tenido 4 partidos en 2 semanas, el míster nos ha dado 2 días de vacaciones, que me van a venir muy bien para estar con Maya, y para recuperarme del golpe.
Estoy en el comedor con el portátil viendo videos de youtube. Son casi las 12.00. Voy a ver cómo está Maya. Me levanto de la silla y abro despacio la puerta del cuarto. La veo sentada en la cama y cuando entro me mira y no tiene buena cara.
- Hola preciosa, ¿cómo estás?
- Mal, me duele todo Marcos. Quiero ir al baño pero no puedo, estoy muy cansada.
- Venga, anda que te llevo
Me acerco a ella y la cojo en brazos. Ella ni protesta. Rodea mi cuello con sus manos y pone su cabeza en mi pecho. La llevo hasta el baño y la dejo sentada encima del wáter.
- Oye, ¿Por qué no te das una ducha y así cambiamos las sábanas?
- Tendrás que ducharme tú Marcos, yo no puedo con mi alma
- Pues yo te ducho preciosa. No te preocupes
- Gracias –Maya me coge la mano y me mira. Sus ojos están febriles- Gracias Marcos, por cuidarme, por quedarte conmigo
- No me des las gracias, no iba a dejarte sola. Anda venga que te ayudo a ducharte
Mientras ella está en el baño, quito las sábanas de la cama y las llevo al lavadero. Después le preguntaré como se pone la lavadora. Vuelvo al baño y se ha quitado o bueno, ha intentado quitarse los pantalones.
- Anda, venga que te ayudo –le digo acercándome a ella. Maya me mira agradecida.
Abro el grifo de la ducha y la regulo para que no esté muy caliente. Le quito los pantalones y la parte de arriba del pijama. Maya siempre duerme sin ropa interior y por eso la tengo totalmente desnuda ahora mismo. No puedo evitar excitarme de ver sus pechos desnudos que tan loco me vuelven. No puedo apartar los ojos de sus rosados pezones, esos que tan bien caben en mi boca.
- Marcos –me dice riéndose
- ¿Qué? –le digo hipnotizado por sus pechos
- Me estas mirando las tetas
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No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomanceMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...