No tengo ninguna ganas de subir todavía a mi casa. Estoy aquí hablando con Marcos en su coche. Lo tiene aparcado enfrente de mi portal. Llevamos un buen rato riéndonos de todo. Le he contado historias de cuando era pequeña y hacia rabiar a mi tia. No tenemos relación tampoco, porque es la hermana de mi padre. Con la única con la que hablo de vez en cuando es con mi prima Andrea, que es la única que me cae bien de esa familia. También le he contado las ocurrencias de Óscar. A Marcos le ha caido muy bien y ha tenido un detallazo con él. Bueno, es que Marcos es increible.
- ¿Vas a ir el sábado al partido? -me pregunta apoyando su cabeza en el asiento y mirándome a los ojos
- No lo sé, llevo sin ir...
- ... desde finales de mayo, por lo menos -me dice él poniendo serio
- Si. Es verdad. No me apetecía mucho ir - mis mejillas arden en ese momento porque no he ido al Bernabeú por no verlo a él y me da mucha vergüenza admitirselo
- Ya. Me gustaría mucho que fueras, por favor... -Marcos me lo dice mirándome con esos ojazos azules a los que no puedo negarles nada.
- Vaaale, iré. Pero espero que marques algún gol, por lo menos para que merezca la pena ir a verte
- Si es que me deja Marco, que no veas cómo ha empezado la temporada, que tira hasta los penaltis
- Hombre, para eso es el capitán...el heredero de Sergio Ramos -y esto último lo digo cambiando la voz y poniendo otra más solemne
- Por eso. Pero bueno, intentaré marcar gol
- Y se lo dedicas a Óscar, seguro que se muere -y me rio imaginando a mi "prometido" desmayado de la emoción
- Prefiero dedicártelo a ti.
Un pequeño escalofrío recorre mi cuerpo. Acaba de echarme una mirada de esas suyas, de las que ahora mismo le daría todo lo que me pidiera. Menuda noche me ha dado el niño. Se quito la chaqueta y se quedo con la camisa y los pantalones que le hacían un culo de infarto. Y como yo seguro que lo pensaban la mitad de las tías del bar.
Shaila me lo dijo, que estaba demasiado bueno para que sólo fuéramos amigos. Y yo, cada vez, pienso que esto es una idea horrible, porque yo quiero más de él. Pero por otro lado pienso que si alguna vez pasa algo, si él volverá a actuar de la misma manera. Y eso es lo que no me deja avanzar.
- Será mejor que me vaya Marcos. Mañana tengo que levantarme temprano
- Sí, claro. Buenas noches Maya
Me acerco a él para despedirme dándole dos besos en la cara. Y el muy puñetero gira la suya justo cuando iba a besarlo en la mejilla, haciendo que tome mis labios sin previo aviso. Marcos me devora la boca. Su lengua me barre por completo y la mía lo acaricia. Me excita como me besa. Mordisquea mis labios mientras acaricia mi nuca y me atrae más hacia él para que pueda sentir más profundo sus besos. Volver a sentir sus labios es el paraíso.
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No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomansMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...