Marcos está echando gasolina. Acabo de mandar un WhatsApp diciéndole a Claudia que ya vamos para allá. A ver como lo convenzo para ir a su casa. Están todos esperándolo. Ni se imagina la sorpresa que le han preparado Claudia y Marco.
Hoy ha sido un día maravilloso. Hemos estado en la cama hasta casi el mediodía. Hablando, riendo y contándonos un montón de cosas. Seguíamos desnudos sin importarnos el tiempo ni nada. Sólo los dos. Cuando dejó de llover Marcos quiso invitarme a comer por su cumpleaños. Así que me arreglé un poco más, pensando también en esta tarde y en la fiesta sorpresa.
Marcos sale de la gasolinera y se mete en el coche. Mi corazón late desbocado por su culpa, y por todas las cosas que hemos hecho. En mi vida he estado tan a gusto con una persona, tan tranquila y tan, tan, feliz. Me mira y me da un pequeño beso en los labios. Se pone el cinturón y arranca el coche.
- Tenemos que ir a casa de Claudia, Marcos
- ¿Y eso? -me pregunta extrañado
- Pues porque le hace falta que mañana antes de ir a su casa le lleve un papel al ayuntamiento para no sé qué cosa del colegio de María... ¿Te importa que vayamos?
- Vale, pero te espero en el coche ¿no?
- No, no te preocupes, le he dicho que me has invitado a un café por tu cumpleaños y que ahora me llevabas, así te felicitan ellos también
- Bueno... no me importa llevarte
- Gracias guapo -le digo mientras le sonrío.
La casa de los Asensio no está muy lejos de donde estamos. Estoy nerviosa también por ver la cara que pone cuando vea la sorpresa. Marcos pone la mano en mi muslo y me acaricia. Siento escalofríos en todo el cuerpo porque como llevo medias, noto más la calidez de su mano. Él empieza a subirla por mi pierna rozando casi mis braguitas. Es una dulce tortura sentir sus manos por mi cuerpo.
- Marcos-le advierto con una sonrisa- si sigues así te vas a quemar
- Bendito fuego entonces
Me rio y le acaricio el pelo. Menos mal que estamos llegando porque no descartaba que me bajara las bragas aquí mismo. Y lo iba a dejar. Si es que con él no puedo negarme a nada.
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No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomanceMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...