He tenido que irme de la discoteca, o iba a hacer una locura. Después de 3 semanas en las que he llorado más que en toda mi vida y en las que me prometí a mi misma que no íba a caer de nuevo con Marcos, he estado a punto de besarlo, delante de todo el mundo. Sin importarme nada ni nadie. Si es que soy muy débil cuando se trata de él. Por eso me he ido. Porque no quiero volver a sufrir.
Por el camino he cogido 2 copas de champán en cada mano y me las he bebido de un trago. Se me han subido bastante rápido y creo que ahora mismo lo veo todo de color rosa. Llego al hotel y me dirijo a los ascensores. Le doy al botón y espero. Soy una cobarde, lo sé. Pero es mi corazón el que está en juego.
Miro hacia arriba para ver por que planta va el ascensor. Le quedan 6 para llegar. Oigo pasos que se acercan y giro mi cabeza. Es Marcos. Mi corazón empieza a latir demasiado deprisa. Trago saliva y empiezo a rezar lo primero que se me ocurre. Se acerca a mi y se pone a mi lado. Está muy cerca, demasiado.
- Te has ido - me dice en un susurro
- Si - le contesto sin mirarle porque si lo hago me pierdo- estoy cansada...
- Cansada... vale...
Las puertas del ascensor se abren y yo tomo aire. Entro dentro y le doy al botón de mi planta. Me apoyo en la pared y cierro los ojos nerviosa. Las puertas se cierran a los pocos segundos.
- ¿No será que tenías miedo porque querías besarme? - abro los ojos y Marcos tiene sus brazos a ambos lados de mi cabeza. Su boca muy cerca de la mía. Sus ojos mirándome fijamente.
- Yo no quería besarte - le contesto con la poca cordura que me queda y convenciendome a mi misma de que lo que digo es verdad
- Ni yo a ti tampoco - doy un respingo devastada por su respuesta- yo lo que quiero es follarte...
Y ahora si que me derrito. Todo mi cuerpo reacciona a su cercanía. Marcos se acerca más a mi, su boca roza mi cuello y deposita un dulce beso en el. Escalofríos de placer recorren mi cuerpo.
De pronto la puerta del ascensor se abre. Es mi planta. Me muerdo el labio inferior y él me mira interrogante. Tengo el tiempo que tarden las puertas en cerrarse para tomar una decisión. Marcos acaricia mi mejilla y su boca se acerca a la mía. Con la punta de su lengua roza mi labio inferior. Las puertas se cierran. Y ya no hay vuelta atrás. Pongo mis manos en su cuello.- Esto es solo sexo - le digo no muy convencida. Quiero que él si lo tenga claro por si quiere echarse atrás ahora
- De acuerdo, pero pienso follarte hasta que sea de día
Jadeo por su brutal sinceridad y él aprovecha para arrasar mi boca con la suya. Sus labios moviéndose sobre los míos hambrientos de deseo. Marcos pone sus manos debajo de mi culo y me levanta para que enrosque mis piernas en su cintura. Yo lo beso deseosa ya de sus caricias. Su lengua batallando dentro de mi boca y sus labios chupando los míos con ardor.
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No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomanceMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...