22. Tú eres mi regalo

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Miro a Maya acostada en la cama y tapándose hasta arriba y me rio

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Miro a Maya acostada en la cama y tapándose hasta arriba y me rio. Salgo al pasillo y voy al baño. Entro en el y me miro en el espejo. No puedo dejar de sonreír. Hoy es mi cumpleaños y mejor forma de celebrarlo estando con ella, no se me ocurre. Ayer ya les dije a mi familia que tenía planes para hoy cuando nos despedimos en la cena.  Tengo toda la intención de pasar el día de mi cumpleaños con Maya, la necesito. Hago mis necesidades y me limpio un poco. Estoy deseando volver a la cama con ella. Cuando abro la puerta del baño, hay un chico moreno en el pasillo mirándome con ojos como platos. Debe ser Rubén, su compañero de piso. 

- ¡Ya decía yo que los Reyes Magos me habían traído pocos regalos este año! -dice él mientras me mira divertido- pero bueno, al final han encontrado mi casa...

- ¿Hola? -acierto a decirle. La verdad es que me muero de la vergüenza porque estoy solo en calzoncillos.

- Hola, soy Rubén -me dice mientras me da la mano- tú debes ser Marcos. Lo digo por los gritos que pegaba Maya

- Lo siento -le digo mientras me rasco la cabeza- creíamos que estábamos solos

- Bah, no te disculpes. Siempre soy yo el que armo ruido, para una vez que trae a un chico a casa, déjala que disfrute, porque disfrutar la has hecho -me dice mientras se ríe avergonzándome aún más

- Eh...bueno...oye que encantado, me vuelvo al cuarto

- Igualmente... dile a Maya que tenía razón...en todo... -me dice mientras me da un repaso de arriba a abajo. Yo me vuelvo al dormitorio rápidamente. Este muchacho no tiene filtros.

Maya sigue acostada en la cama. Cuando me ve entrar me sonríe. Abre las sábanas y yo entro corriendo. La verdad es que hace frío, y se está muy bien en este microclima que hemos creado. Me acaricia el pelo y me da un beso muy dulce.

- Acabo de conocer a Rubén -le digo mientras me tumbo en la cama y me pongo de lado para hablar con ella

- Oh, vaya. Te ha visto así, lo siento, no era la manera que quería presentártelo

- No pasa nada. Se creía que era su regalo de Reyes olvidado...

Maya se lleva las manos a la cara y se pone a reir. Cuando se las quita se moja los labios y me da una pequeña sonrisa. 

- Lo siento, Rubén es... especialito, y más cuando ve un tío bueno -alzo una de mis cejas por la descripción que acaba de hacerme

- No hemos hablado mucho, la verdad. Sólo me ha dicho que te diga que tenías razón y me ha mirado de arriba a abajo, ¿Qué ha querido decir Maya?

- Ah...nada... -me dice mientras se pone colorada y se lleva las manos a la cara otra vez. Yo se las quito y ella me mira algo sonrojada

- Maya, no pasa nada, cuéntamelo anda, o te hago cosquilla -le digo mientras empiezo a acariciarle la barriga. Ella se retuerce y empieza a reír.

- Vale, vale. Pero no me hagas mas cosquillas. 

- Venga, cuéntamelo, anda

-  Nada, es que el día que te conocí le dije a Rubén que estabas muy bueno, mucho más que en las fotos y que me habías dejado un poco, bueno, un mucho, flipada. Y bueno, después le he contado que me gustabas mucho y eso -me dice mientras se muerde los labios nerviosa

- Tú también me gustaste mucho cuando te vi la primera vez, abejita -me acerco a ella y pongo mis labios en los suyos mientras la saboreo despacio, sin prisas. Maya pone una mano en mi pelo y me lo acaricia.

- Ay Marcos, que no te he dado tu regalo de cumpleaños -me dice mientras se separa de mi y se levanta de la cama.

- ¿Otro? Creí que tú eras mi regalo

- Noooo, tonto

Y la miro mientras va hasta el armario. Es una visión muy tentadora verla totalmente desnuda con su culito respingón. Ya me la ha puesto dura otra vez. Como sigamos así no salimos de la cama hasta mañana. Maya vuelve con un paquete bastante grande y me lo da.

- ¡Feliz cumpleaños! Espero que te guste  -me dice con una cara de felicidad que me muero

- Sea lo que sea me va a gustar, porque me lo has regalado tú -le digo mientras le cojo la cara y la beso. 

Abro el regalo nervioso. Pensar que ha estado buscando y comprando algo para mi, hace que la quiera aún más. Joder, joder. Intento que no se me note. Estoy nervioso, pero si, lo he pensado. Creo que la quiero. Dios, si es que era inevitable enamorarme de ella. Me agobio pensando que a lo mejor es muy pronto. Pero, cuando la miro. Cuando veo que se muerde los labios y que sus sonrisas, todas las que tiene cuando está conmigo, son mías, entonces se me quitan todos los miedos. 

Abro el paquete y la miro sorprendido. Dentro hay una manta. Rasgo el envoltorio y la abro, es muy suave. Es grande. Me ayuda a abrirla y sonrío emocionado. Lleva serigrafiada una foto mía con María y Lucas del fin de semana que estuvimos juntos. Fue una de las fotos que nos hicimos en el parque. 

- ¿Te gusta? -me dice muy sonriente

- Maya...es...joder, me encanta, es preciosa -y realmente lo es

- Sabía que te iba a gustar. Es una foto muy bonita. Cuando te la hice pensé enseguida que querrías tenerla de alguna manera más especial

- Me ha encantado...es un gran regalo Maya. Muchas gracias

- De nada. Pero todavía te queda otro -me dice mientras me da una cajita que había debajo de la manta

- ¿Otro? Pero bueno Maya, no tenías porque hacerlo

- Ah venga, ábrelo y no protestes

Abro la cajita y me vuelve a sorprender. Dentro hay una pulsera de cuero con una placa de plata. La cojo y la miro. En la placa ha grabado mi nombre y un balón. Me ayuda a ponérmela y sonrío. ¿Qué coño he hecho yo para merecerla ?

- ¿Te gusta? -me pregunta ella bastante emocionada

- Muchísimo, de verdad, no tenías porque hacerlo, pero me encanta, de verdad Maya, gracias por los regalos, eres increíble

- De nada. Con ver la cara que has puesto, merece la pena Marquitos

- Anda ven abejita, que voy a darte las gracias por los regalos -le digo mientras la cojo de la cintura y la pongo debajo de mi. Empiezo a besarla con locura. 

No me pienso mover de esta cama hasta que le de las gracias por la pulsera.

Y luego por la manta.

No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora