Marcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor.
Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...
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Menuda idiota soy. He estado a punto de perderme esto. Esto es una puta pasada. Jamás había vivido algo así. El Estadio del Parque de los Príncipes es alucinante, no tanto como el Bernabeu, pero es impresionante estar aquí. De una parte estamos la afición blanca, porque sí, yo me considero del Real Madrid también, y del otro lado los aficionados de la Juve. Todo está precioso.
Estamos en la zona de los familiares del equipo. Estamos todos. Yo estoy al lado de Claudia, con María en mis brazos. Lucas está con Igor. Todos llevamos la camiseta de Marco con su número. No puedo evitar pensar, que en otras circunstancias, yo estaría llevando el número 14 a mis espaldas, pero bueno, son otras circunstancias, y lo que estoy es contenta y orgullosa de llevar la camiseta de Marco.
El himno de la champions empieza a sonar y los jugadores salen al campo. Nosotros empezamos a saltar y a aplaudir como locos. María le grita un montón a su padre. Se ve a los jugadores muy concentrados, y yo no puedo evitar fijarme en Marcos. Creo que hoy será la última vez que lo vea en mucho tiempo.
Esta tarde he firmado vía online, el contrato de la campaña de "New elite". Juan Calderón, el representante de Marco, y ahora el mío, me dijo que estaba muy bien pagado y que era una gran oportunidad. Cuando se lo conté a Claudia alucinó e intentó convencer a Marco para acompañarme, solo por echarle un vistazo a Mario Casas.
¿Qué si estoy nerviosa porque las fotos son con él? Pues un poco, la verdad, pero si he de ser sincera, después de conocer al mejor jugador del mundo, que es Marco, pues como que ahora mismo no hay nadie que me impresione. Bueno, recordaré esto cuando conozca a Mario. El viernes tengo que estar en Barcelona. Me han mandado los billetes de avión y me han dicho que un coche me recogerá en el aeropuerto, y luego me llevará al Hotel Arts de Barcelona. Joder, me siento como una estrella.
El pitido del árbitro me devuelve a la realidad. Va a comenzar el partido y todos esperamos que la Copa se venga a Madrid. __________________________
Llevamos ya media hora y el dominio del Madrid es bastante claro, pero no llegan los goles, porque parece que la Juve ha puesto un autobús en la portería, y les es muy difícil a los blancos llegar a su área. Yo estoy nerviosa, la verdad. Nunca había vivido un partido tan intensamente. Igor me abraza.
- Ay, joder, estoy súper-nervioso –me dice gritandome al oído
- Pues ya somos dos, es que no les dejan ni acercarse...
Seguimos viendo el partido. Veo a Marcos centrado, creo que de los pocos que no se le notan los nervios. Sus pases son precisos, el problema es que no les dejan rematar. En una de estas, Sergio Ramos despeja un balón en el área madridista y le se la pasa a Carvajal, este dribla a un contrario y se la da a Isco, que ha visto a Marcos a la derecha y se la pasa. Y Marcos corre hacia la portería de la Juve como si se le fuera la vida en ello. Me recuerda a lo que le hizo Bale al Barça en la final de la Copa del Rey. Pues más o menos es lo que hace Marcos, por velocidad le gana a los defensores de la Juventus y sin pensárselo 2 veces, lanza el balón a una distancia considerable y este entra en la portería por toda la escuadra. ¡Madre mia la que acaba de liar! El público se vuelve loco, todos los madridistas de pie celebrando. Yo abrazo a María y a Claudia. Lucas con casi un añito con sus brazos en alto. Veo a Marcos abrazado a sus compañeros y como al separarse señala la grada y le dedica el gol a su madre. Estoy muy contenta por él porque a pesar de todo, se lo merece.
En el descanso voy al baño. No hay mucha gente en esta zona y no tengo que esperar para entrar. Cuando salgo para lavarme las manos, hay una mujer mirándose al espejo. Me quedo parada porque sé quién es. Ella se da la vuelta y me mira curiosa.
- Eres Maya, ¿verdad? - me pregunta
- Si, soy yo - le respondo nerviosa
- Soy Mari Angeles, la madre de Marcos - me dice mientras se acerca y me da 2 besos. Sabía quien era por las fotos que tiene Marcos en su casa, pero es todavía más guapa en persona.
- Encantada de conocerla
- Lo mismo digo, aunque me hubiera encantado conocerte antes... eres todavía más guapa de lo que hablaba mi hijo
- Gracias - le contesto sonrojandome
- ¿Estás bien?
- Si, si, estoy bien
- Me alegro. Siento mucho que Marcos rompiera contigo. Lo siento si te incomodo
- No, tranquila, no se preocupe
- Mi hijo estaba muy feliz desde que estaba contigo
- Yo también lo estaba - le digo sinceramente.
- La vida da muchas vueltas Maya. Y el destino es caprichoso. Puede que ahora no sea vuestro momento, pero algún día lo será. Ojalá por lo menos fuerais amigos, así seguirías estando en la vida de mi hijo.
Mari Angeles se acerca a mi y me da un fuerte abrazo que yo correspondo. Nos despedimos y cada una vuelve a su asiento. Como me hubiera gustado conocerla antes. __________________________
El segundo y definitivo gol del partido, lo hizo Marco cuando faltaban 5 minutos para terminar. Ahora todo esto es una fiesta. A los jugadores ya les han dado la Copa y la mayoría de los familiares están abajo celebrándolo con ellos. Yo todavía estoy aquí en la grada. Veo a Marco con Lucas en brazos paseándose por el campo, a María jugando con los demás niños y a las chicas haciéndose fotos. Todo esto es precioso. Marco viene hacia donde estoy.
- ¡Enana! ¡Baja! - me dice Marco haciéndome gestos con la mano. Me resisto a ir, porque creo que esto es un momento familiar- ¡Que subo a por ti y te traigo de los pelos!
Lo miro y me rio. Voy bajando las escaleras poco a poco y cuando llego hasta él lo abrazo.
- ¡Enhorabuena! Eres el mejor - le digo riéndome
- Venga, que quiero que toda mi familia nos hagamos una foto con la Copa
Así que nos vamos a esperar nuestro turno de foto. Llegó hasta Gilberto y me abraza. Me encanta este hombre. Es lo que todos los padres deberían ser. Nos toca a nosotros y nos hacemos varias fotos, luego se la hacen Marco y Claudia con los niños. Hoy es un día de auténtica felicidad. Veo a Maria y nos abrazamos también.
- ¡Tía! ¿Sabes que? - me dice en el oído mi amiga - ¡estoy embarazada!
- ¡Maria! ¡Que alegría! Me alegro mucho
Vuelvo a abrazarla y nos ponemos a llorar. Me alegro tanto por ella. Tenía tantas ganas de ser madre. Nacho se acerca y lo felicito por todo. En un momento me he hartado de dar abrazos a todo el mundo, bueno a todos no. Lo busco con la mirada y lo veo hablando con uno de los físio. Me acerco despacio y espero que termine. Él levanta su mirada y me ve. Le sonrío y se disculpa con quien hablaba. Ando los pocos metros que nos separan y nos miramos. No oigo nada, no veo nada, sólo lo veo a él y a nadie más que él.
- Enhorabuena, has hecho un partidazo - le digo sin dejar de mirarlo
- Gracias - me contesta Marcos tímido. Me acerco más y lo miro. Estoy temblando. Pongo mi mano en su hombro y me acerco a su mejilla para depositarle un beso. Cuando me separó me mira con los ojos brillantes.
Le sonrío y me alejo de allí de vuelta con Claudia. Bueno, creo que prueba superada, esta vez no he llorado, pero he deseado arrancarle la ropa y tirarme encima suya en el suelo.
