⚽ Finales de Noviembre ⚽
Estoy súper-cansado. Hemos jugado a las 16.00 en Valencia y acabamos de llegar a casa de Marco. Las chicas nos han dicho que nos esperaban para cenar. Menos mal que conduce Marco, porque yo estoy hecho polvo. Este mes en casa de los Asensio no ha estado nada mal. Hemos estado muy a gusto, la verdad. Se siente bien estar rodeado de gente que te quiere y que se preocupa por ti.
Maya se ha recuperado casi completamente. Al principio le costaba un poco andar, pero ha ido haciendo ejercicios de rehabilitación, incluso uno de los fisios del equipo ha venido a darle sesiones a casa. Ventajas de ser futbolista de élite. También hemos conseguido que vinieran a curarla y a ver la evolución de sus lesiones.
A lo que no he podido ayudarla es con lo vómitos. Todas las mañanas, es poner un pie en el suelo y sale disparada al cuarto de baño para vomitar. Pobre mía, que mal lo pasa en ese momento. Por ahora va todo bien. La ginecóloga le ha dado un montón de recomendaciones alimenticias. Los primeros análisis que le hicieron, ha salido bien, lo único que tiene que vigilar el hierro. Claudia dice que a ella le paso lo mismo y que es normal.
- Así que mañana después de la consulta del médico os vais a tu casa -me pregunta Marco casi llegando a la suya
- Si tío, mañana si le dan el alta médica, nos vamos -le contesto un poco apenado, la verdad
- Os vamos a echar mucho de menos
- Yo también. He estado muy a gusto Marco, en serio, ha sido genial estar con vosotros.
- A mí me pasa lo mismo. Pero bueno, no pasa nada. Vivimos 2 calles más atrás...no te creas que a nuestras mujeres las vamos a separar tan fácilmente
- Joder, de verdad. Que están todo el día juntas, hasta para ir al cuarto de baño
- Bueno, ninguna de las dos ha tenido nunca hermanas, así que las entiendo
- Bueno, yo tampoco tengo hermanos y no estoy todo el día pegado a ti
- Marcos, que llevamos un mes viviendo juntos, y luego trabajamos juntos, más pegados no podemos estar
Los dos nos reímos pensándolo. Llegamos ya a su casa. Marco mete el coche en el sótano y salimos de el, para subir las escaleras que nos llevan al comedor. Escuchamos música de fondo. Desde que estoy aquí no he bailado más en mi vida. Además, que el fisio se lo ha recomendado a Maya para que se mueva.
Abrimos la puerta del comedor y me la encuentro de pie cogida de las manos de María y bailando, eso sí sin moverse mucho. Hasta que el médico no le diga que puede hacer vida normal, ella no quiere forzarse mucho. Claudia tiene a Lucas cogido en brazos y también están bailando. Se nota que se lo están pasando muy bien.
- ¡Pero bueno! ¿Si habéis organizado un guateque y no nos habéis invitado? -dice Marco poniendo sus brazos en jarra y haciéndose el ofendido
- ¡Papá! -gritan a la vez Lucas y María. El enano ha empezado a hablar hace poco y es de las pocas palabras que repite hasta la saciedad. Los dos niños se tiran a los brazos de su padre y mi corazón palpita pensando que dentro de poco seré yo quien reciba los abrazos de mi hijo
- Hola amor -me dice Maya acercándose a mí para besarme. Recibo un dulce beso en los labios y la abrazo fuerte. El embarazo le está sentado de maravilla porque está absolutamente preciosa
- Hola mi vida, ¿todo bien? -le digo apartándole un mechón de su pelo
- Sí, todo bien. Y tú estupendamente, que vaya golazo que has marcado.
- ¿Te ha gustado? -le pregunto mientras pongo mis manos en su vientre. Todavía no se le nota mucho, pero el saber que está ahí es suficiente
- Mucho. La dedicatoria ha sido muy bonita. Gracias por el corazón
Vuelvo a besarla hasta que oigo a María decir que le da asco vernos darnos besos. Nos separamos y nos reímos. Decidimos pedir pizza para cenar puesto que es la última noche que vamos a pasar aquí. Claudia y Marco nos dejan con los niños para buscar no sé qué cosa.
- Mañana nos vamos a nuestra casa -le digo a Maya sentándonos en el sofá y poniéndole dibujos animados a María, pues lo ha pedido ya ochenta veces. Lucas se sienta también viéndolos embobado
- Lo sé
- ¿Tienes ganas de irte? -le pregunto dubitativo
- Tengo ganas de estar contigo. Es cierto que aquí estamos muy a gusto, pero no es nuestra casa. Aunque la que se tiene que acostumbrar soy yo -me dice triste
- ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás triste mi vida? -le digo acariciándole la mejilla
- Pues porque desde hace tiempo no he sentido que tenía una casa de verdad. Yo vivía en un piso de estudiantes y ahora, voy a vivir contigo, y no sé
- Vas a sentirte rara
- Algo así...Marcos, estoy deseando tener algo que pueda decir que es mío, que me acueste por las noches tranquila, de saber que pertenezco a algún sitio y tú me vas a dar eso
- Te voy a dar eso, y mucho más. Todo lo que tengo, todo lo que soy, lo pongo a tus pies amor mío... -miro a Maya y se le escapan algunas lágrimas. La abrazo para que no llore más
- Ya no estoy sola Marcos, que era el miedo más grande que tenía en el mundo. Te tengo a ti, tengo a nuestro bebe y los tengo a ellos -me dice señalando a los niños y a Marco y a Claudia donde quieran que estén.
- Nunca más estarás sola, te lo juro por mi hijo. Te quiero abejita...
- Te quiero mi vida
Volvemos a besarnos y María nos mira y se ríe. Nos levantamos del sofá y vamos corriendo a abrazarla mientras le hacemos cosquillas. Nos ponemos a jugar con ella y con Lucas. Entre los cuatro, bueno, más bien yo, ponemos la mesa. Porque el matrimonio Asensio ha desaparecido misteriosamente y aún no ha vuelto.
Es decir eso, y Claudia y Marco entran en el comedor. Están algo serios. Nos miran bastante nerviosos, y yo ya me temo lo peor. Sobre todo cuando es a Maya a la que se dirigen.
- Maya -le dice Marco- tenemos que hablar.
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No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomanceMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...