Salgo del camarote cerrando la puerta. Maya y yo no tenemos nada más que hablar. Apoyo mi cabeza en la pared y suspiro. Que tonto fui al pensar que no pasaría nada si llevaba a Elena. Ha sido un error. Me he dejado llevar, como siempre. La he conocido este verano gracias a unos amigos. Creí que me ayudaría a superar lo de Maya. Elena es una chica muy guapa, y agradable y por un momento me hizo olvidarla. Aunque entre nosotros aún no ha pasado nada.
Maya mee ha dicho que me odia, y no puedo reprochárselo. No lo he hecho bien con ella y cada vez que intento arreglarlo va a peor. Voy a volver a la fiesta cuando la oigo llorar. Se me parte el alma de escucharla, de que este así por mi culpa.
Podría irme y dejar que llorara, pero no puedo. Abro la puerta lentamente y la veo sentada en el suelo con las manos en su cara. Todo su cuerpo está temblando. Y yo estoy que me muero de verla así. Cierro tras de mi y me acerco a ella.- Maya, no llores por favor -ella alza su cabeza. Sus ojos están rojos de tanto llorar.
- ¡Vete! Déjame sola - me dice mientras mira para otro lado
- No puedo, no puedo dejarte aquí llorando - me siento a su lado y trato de tocarla
-No es la primera vez que lo haces, así que, que más da
- Lo siento, siento que estés así por mi culpa
- Vete Marcos, no quiero hablar contigo - sus ojos llorosos me miran. Se me parte el corazón de verla así. No puedo.
- Lo siento, lo siento mucho - le digo mientras la abrazo- por nada del mundo quiero hacerte sufrir Maya
- Mi corazón ya no puede más Marcos, estoy cansada
- Lo sé, lo sé y lo siento, lo siento tanto
Maya se abraza a mi llorando. Mi mano empieza a acariciarle la espalda para que se calme. Le voy susurrando en el oído que este tranquila. Pongo mis manos en su cara y la levanto para que me mire. Tiene los ojos más bonitos que he visto en mi vida. No puedo evitar besar su frente, su mejilla, su nariz. Y en este momento no me importa nadie más que ella. Es lo único que tengo claro en esta vida.
Me acerco y deposito un pequeño beso en sus labios. Vuelvo a mirarla esperando. Si me rechaza, lo tengo merecido. Sus manos llegan hasta mi cuello y me atrae para que vuelva a besarla, esta vez de una manera feroz. Nuestros labios se buscan desesperados. Nuestras manos tocan y acarician la piel del otro.
La tumbo en el suelo y me pongo encima. Esto es pura lujuria por ella. La deseo siempre, en mis sueños y en mis pensamientos. Bajo mi cabeza hasta su pecho y lo mordisqueo a través de la tela del bikini. Maya se retuerce jadeando. Mi erección se clava justo en su centro y ella se frota contra mi ansiosa. Bajo mi mano hasta la braguita del bikini y la muevo a un lado para tocarla.
- Marcos -su voz en un suspiro a medida que muevo mis dedos en su sexo. Sentir de nuevo su piel me está quitando la poca cordura que tengo
La beso profundamente mientras me bajo el bañador y cojo mi erecto pene. Ella está lista para mi. Vuelvo a apartar la braguita y entro en ella despacio, pero parece que Maya tiene otros planes, porque tira de mi y me entierro profundamente en su interior.
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No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomanceMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...