Jimin se estiró entre sus sabanas, sintiendo un inmenso dolor de cabeza a penas había retomado conciencia. Frunció su ceño y se quejó en voz baja, maldiciendo y sentándose sobre su cama. Alzó las sabanas y se vio únicamente con su ropa interior, una distinta a la que recordaba llevar el día anterior así que suponía que Namjoon lo había hecho ducharse por la noche. Namjoon. Miró a su lado y estaba solo, las sabanas revueltas y los lentes de Namjoon sobre la mesita de noche.
Un delicioso aroma a ramen inundó sus fosas nasales por lo que supuso que Namjoon se encontraba haciendo el desayuno. Se tiró hacia atrás en la cama y se estiró, tomando todo el espacio de la cómoda. Una vez se sintió libre de cualquier tensión, se sentó en el borde de la cama y se colocó sus pantuflas. Caminó hacia el baño y lavó su rostro, cepilló sus dientes y talló sus ojos pesados. Mirándose en el espejo, Jimin notó como su aspecto estaba asqueroso, o al menos así lo creía él.
Tomó una camiseta cualquier entre su closet, la primera que sus dedos tocaran, una la cual la ganadora había sido una camiseta de Namjoon color azul marino. Se la puso encima y arrastrando sus pantuflas sobre el suelo, llegó a la cocina, sonriendo levemente cuando olió un cálido aroma a café.
—Que bueno que ya estás despierto, justo acabo de terminar de hacer el ramen. —Jimin siguió a su novio con la mirada, viendo como colocaba los tazones en la meza y la olla de la pata en el centro, junto a una taza de café únicamente en un lado y dos vasos de jugo de naranja, uno al costado de cada tazón—Te hice café para tu resaca, igual compré hace rato jugo de naranja en el supermercado para que bebas, te hará muy bien. —le dijo. Jimin jaló la silla y la acomodó para poder sentarse. Observó a Namjoon imitar su acción y acomodó el flequillo cayendo por su frente para luego tomar sus palillos y tomar el primer bocado.
Jimin se sirvió su ración junto a un huevo frito posado sobre el mismo ramen. Rió bajo y negó con la cabeza—Estas cosas son las que me recuerdan el por qué eres mi novio. —dijo con sarna, tomando su primer bocado.
—¿Perdona? Que sin vergüenza. —Jimin soltó una carcajada—No te creas tan importante, a todas las personas con las que he salido les he cocinado, tú solo eres uno más de la lista, demasiado larga por supuesto. —el menor lo miró con una expresión sorprendida y rió.
—Eres un imbécil. —Namjoon le miró divertido, extendió su mano por encima de la mesa y pidió la de Jimin, la cual no tardó más de dos segundos en recibir. Sus dedos se entrelazaron y Jimin trató de no mirar a su pareja a los ojos. Sintió su corazón acelerarse con fuerza y su sonrisa boba asomarse. Esa sonrisa que solo salía cuando estaba con Namjoon—Gracias, por el café. Sé que no te gusta, pero aun así te tomaste el tiempo de hacerlo. Realmente lo necesito, no sabes el dolor de cabeza que tengo ahora mismo.
—Con todo lo que bebiste ayer, era obvio. No parabas. Tu problema fue que tomaste todo de golpe, no tanto la cantidad. —Jimin asintió—Pero estuvo bien, bueno en lo que cabe.
—¿Por? No me digas que se me soltó la lengua frente a Jungkook porque ahora mismo le hablo para pedirle perdón. —Namjoon ladeo su sonrisa, colocando su expresión más seria y con un poco confusión.
—¿Qué día es hoy? —le preguntó a Jimin.
—Pues veintinueve de agosto. —dijo con obviedad, dándole un sorbo a su café. Namjoon lo miró fijamente, queriendo ahorrarse palabras, y sí, lo hizo porque Jimin entendió al instante—No, Namjoon. Basta.
—Ayer mientras estabas ebrio me dijiste que no era tu padre para controlarte y empezaste a insultar al aire. —Jimin apoyó su espalda al respaldo de la silla—Solo quiero estar seguro que todo está bien, que te sientes bien.
ESTÁS LEYENDO
Sidekicks [Kookmin]
FanfictionEl amor era tan maravilloso que en vez de ver todo color rosa veía todo color rojo. No lo recordabas así, ¿no, Jimin? Síndrome de Estocolmo ©nattxn, 2020.