Jimin nunca hubiera pensado que la rutina de la cual todos los adultos se quejaban y odiaban fuera así, nunca hubiera pensado que la amaría tanto como lo hacía. Y es que el levantarse por las mañanas junto a Namjoon, mirándose a los ojos y acariciándose por unos minutos para después ambos levantarse de la cama y él ir a hacer el desayuno de Namjoon y el otro alistándose para su trabajo. Jimin tomando a Namjoon por la corbata y besándolo en los labios como despedida y deseándole buena suerte en la oficina.
Luego Jimin haciendo limpieza en el departamento, lavando la ropa si es que era la ocasión y cocinando para cuando Namjoon regresara. Entonces su novio regresaría y ambos comerían, Namjoon lavaba los platos y ambos se tiraban al sofá a ver alguna serie o película. Esperarían a la cena o saldrían a cenar juntos, luego tomarían una ducha juntos y se irían a la cama para dormir y repetir lo mismo al día siguiente.
Era una rutina que Jimin nunca se había imaginado vivir, era increíble la forma en que los tiempos y las acciones se mezclaban, como iban día tras día con armonía, sin faltar al itinerario.
Aunque igualmente no todo era tan color de rosa, al menos todo lo era a excepción de que tenía insomnio de nuevo como cada año a penas el mes de septiembre empezaba, ese insomnio que le recordaba que su padre estaba muerto, que era otro aniversario del inicio de su adicción a las drogas y noches de inconciencia mientras tenía sexo con quien sabe quién. Otro aniversario de aquel tiempo en que amanecía desnudo en algún motel entre sabanas sucias y cubierto de fluidos seminales de gente desconocida, junto a su costado un par de billetes los cuales le dejaban para pagar el taxi devuelta a casa. Esas mañanas en que iba a al baño y se quedaba minutos mirándose en el espejo antes de tomar una ducha, sin expresión alguna, simplemente acostumbrado a lo de siempre.
Y por ello ese día se encontraba mirando el bote de pastillas para dormir entre sus manos.
Se supone que no podía tomar ningún tipo de analgésicos que pudiera causar adición, al menos no ninguno sin que su doctor se lo recetara. Pero es que no había podido evitar comprar las pastillas pare dormir después de una semana entera sin poder dormir. Y es que llevaba ya alrededor de dos días tomándolas por las noches y le habían ayudado a dormir sintiéndose en las nubes, pero en ese momento estaba demasiado cansado y deseaba tomar una siesta, cosa que su cuerpo no le permitía y se encontraba analizando si debería tomar una pastilla.
No era ninguna excusa para tomarla, no había probado ninguna droga desde ya un año y un par de meses atrás, no era adicto por ninguna razón, ya no más.
La tomó, la colocó en su lengua y tragó, cerrando sus ojos y suspirando profundo. Se recostó en el sofá y se estiró en él, cerrando sus ojos y relajándose, esperando a que surgiera efecto en unos cuantos minutos. Namjoon no llagaría hasta dentro de seis horas a que saliera de su oficina, así que Jimin no estaba preocupado ya que sabía que para ese momento, podría levantarlo sin problema y reaccionaria rápidamente.
Y es que Namjoon no podía enterarse por nada del mundo, no cuando sabía que se enojaría con él lo suficiente hasta como para irse de su departamento y dejarle de hablar, o incluso si lo creía necesario, solo por ello, podría internarlo nuevamente a aquellas reuniones del centro para personas adictas, y Jimin no quería regresar allí, no cuando sus doctores estaban muy orgullosos de él por haber podido dejar las drogas después haber puesto toda el esfuerzo posible, después de semanas y de sufrimiento al no poder tomar aquellas dosis de muerte y sentirlas recorrer su cuerpo. Pero sobre todo, Namjoon no podía enterarse si es que en serio quería llevar acabo lo que había planeado desde días atrás.
Un viaje a Busan para visitar la tumba de su padre e igualmente enfrentar de una vez por todas a su madre y poder ver a su hermana menor después de años de no poder estar juntos.
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Sidekicks [Kookmin]
FanfictionEl amor era tan maravilloso que en vez de ver todo color rosa veía todo color rojo. No lo recordabas así, ¿no, Jimin? Síndrome de Estocolmo ©nattxn, 2020.