—Que guapo. —dijo Jimin mientras enredaba su brazo con el del menor y caminaban hacia el interior del salón donde la exposición sería llevada a cabo. Jungkook le sonrió y dejó que Jimin se abrazara a su brazo.
—Lo mismo digo, el color azul te queda muy bien. —Jimin le guiñó un ojo y rió mientras hacía leves inclinaciones con su cabeza así saludando a las personas que ya se encontraban en el lugar.
Por fin era el dichoso día, aquel veintiocho de agosto en el que ambos descubrirían si todo ese trabajo de semanas había dado frutos o no. Y aunque Jungkook no ganara el primer lugar, Jimin estaba seguro que los patrocinadores no le faltarían, y es que incluso él mismo estaba enamorado de las fotografías. Jimin no era alguien de disfrutara verse a sí mismo en publicidad por el metro, en edificios o en la televisión, pero era como si Jungkook hubiera logrado que su mirada se perdiera en sus propios ojos a través de las fotografías.
El lugar se encontraba bellamente decorado, con muebles de cuero color crema por el lugar, alfombras similares a las que utilizaba en su departamento y una que otra decoración a conjunto con la temática de la sesión fotográfica.
—¿Y Namjoon? Pensé que vendría. —preguntó Jungkook a su mayor quien tomaba un pastelillo de la mesa de bocadillos para los visitantes. Le dio una mordida y juntó miradas con Jungkook, cubriendo su boca mientras terminaba de masticar y tratando de evitar hablar con la boca llena.
—Vendrá en nada, no podrá estar en el discurso lamentablemente. —terminó por comer el restante del pan—Su trabajo. Además, su jefe vendrá también con él así que es mejor que venga cuando pueda, así él puede ver tu trabajo con más libertad.
Jungkook lo observó sacudirse las manos debido a las migajas de pan que se había quedado en ellas—No importa, lo importante es que ambos puedan ver mi trabajo, con su interés es más que suficiente. Me gusta que la gente pueda disfrutar de mi trabajo.
—Y sí que lo harán. Solo mira a tu alrededor, estoy seguro que todos votarán por ti. —Jungkook asintió mirando a las personas hablar entre ellas sobre las fotografías, algunos profesores por igual sonriendo y señalando la fotografía principal de la exposición. Estaba seguro que les gustaba, podía notarlo en sus expresiones.
Y es que al parecer las innovaciones no se habían quedado solo con el hecho de hacer una competencia con el top cinco de las mejores calificaciones, sino que ahora habían hecho que más que la calificación de un jurado de profesores o artistas profesionales en artes plásticas, calificaran y otorgaran el primer lugar a quien se lo mereciera, ahora los visitantes al entrar a cada exposición se les sería otorgado cinco fichas con las cuales llenarían la caja en el medio del lugar, en el cual ellos decidirían cuantas fichas otorgarle a su exposición, y así por cada una de los participantes. Al final de cuenta quien tuviera mayores fichas recolectadas, sería el ganador.
Gracias a ello, Jungkook no estaba tan preocupado en ganar el primer lugar, ya que los promotores no se dejarían llevar por aquellos votos subjetivos, sino que se guiarían por el trabajo que más les gustase, el más profesional y creativo. Al fin y al cabo, el mejor ganaba.
—Jeon, es hora de tu bienvenida. —le dijo el director de la universidad posando su mano sobre su hombro en forma de apoyo. Jungkook asintió y tomó el micrófono que se le fue otorgado.
—Suerte. —le dijo Jimin al oído, regalándole una suave sonrisa y dirigiéndose a donde los sofás se encontraban, tomando asiento en uno de ellos.
Jungkook respiró hondo y con el micrófono en mano golpeó la parte superior, llamando la atención de todos. Las personas a su alrededor miraron hacia su lugar y él les sonrió.
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Sidekicks [Kookmin]
FanfictionEl amor era tan maravilloso que en vez de ver todo color rosa veía todo color rojo. No lo recordabas así, ¿no, Jimin? Síndrome de Estocolmo ©nattxn, 2020.