—¿Qué te parece aquí? Creo que no se ve tan mal. —preguntó Jimin sosteniendo de puntitas uno de los cuadros donde él aparecía. Era uno de los pequeños los cuales irían repartidos sin orden por la habitación.
Jungkook lo miró cruzado de brazos y con sus manos lo ajustó esperando que estuviera totalmente derecho—Quédate allí. Voy a marcarlo. —Jimin siguió su pedido y sintió a Jungkook apoyar una de sus manos en su cintura, apoyándose en él mientras con su mano derecha se estiraba hasta la parte superior del cuadro, marcando una línea justo al extremo.
Ambos se alejaron y miraron la marca junto a las demás. Jimin mordió su dedo pulgar y sonrió.
—Creo que quedará muy bien junto a las demás. —dijo mirando a su compañero, Jungkook asintió y le devolvió la mirada con una tierna sonrisa.
Ambos entre miradas cómplices, regresaron al lugar donde las demás imágenes estaban, a punto de tomarlas y volver a marcar la próxima en la pared para así saber dónde las colgarían al día siguiente ya que la exposición estaba justo a la vuelta de la esquina, dos días más y aquella exposición estará lista para definir el posible futuro de Jungkook.
Llevaban todos esos días planificando todo, ya tenían listo el lugar dónde expondría, y todo gracias a Jimin quien con sus contactos había logrado que estuviera libre para aquel día, y aún mejor, estuviera totalmente amueblado para ya no tener que preocuparse por ese problema. Jungkook incluso se sentía un poco triste porque Jimin no le dejaba pagar todo, Jimin le había dicho que el lugar no le había costado nada ya que un amigo de Namjoon le había dado el lugar como un favor, y bueno, Jimin había querido a cambio pagar los bocadillos para quienes visitarían la exposición por lo que Jungkook le había pedido que le dejara pagar la impresión de las fotografías por lo menos, ya que Jimin también quería pagar por ello.
En aquellos días ambos se habían abierto un poco más. Jimin le contaba de vez en cuando lo que había hecho en aquel día, siempre le preguntaba cada mañana si tenía algo pendiente de la exposición que hacer para apuntarse y ayudarle, al igual que incluso Jimin le llevaba café siempre que lo hacía.
Jungkook estaba totalmente agradecido con Jimin, con como este había sido parte de todo el proyecto, y esperaba que pudiera ganar para hacer sentir a Jimin orgulloso, quería que Jimin viera lo bueno que era en la fotografía y le felicitara y halagara. Posiblemente le podría abrazar si ganaba y le diría que se merecía ser el numero uno -cómo siempre lo era-. Quizá se sorprendería y después del proyecto Jimin quisiera incluirlo en su vida.
Ser parte de la vida de Jimin, eso era algo en lo que había pensado demasiado esos últimos días.
Solo faltaban dos días para la exposición y Jungkook sabía lo que eso conllevaba. Eso significaba que cualquier lazo que lo uniera a Jimin se rompería, que Jimin no tendría razón para hablarle por las mañanas, pero sobre todo Jungkook ya no tendría razón para poder ver a Jimin y poder admirar su belleza, para aspirar su aroma o simplemente disfrutar de mirarlo mientras él le contaba su día a día con ilusión, moviendo sus manos animadamente y riendo entre ratos.
Pero si algo Jungkook sabía, era que Jimin confiaba en él, sabía que desde que había mostrado que le importaba una mierda que tuviera novio, Jimin había sido más abierto con él hasta que incluso el día anterior le había contado que tenía que irse temprano porque tenía un boleto para una función del cine para ir junto a Namjoon.
Y no le molestaba, a Jungkook no le importaba. No cuando sabía que en esos días que le quedaban con Jimin, los utilizaría con sabiduría para poder hacer que este se interesara en introducirlo en su vida, en considerarlo un amigo más para poder tener el camino más fácil.
Porque Namjoon no era un impedimento, realmente no era nadie importante cuando Jungkook ya tenía más que seguro que Jimin terminaría interesado en él como más que un simple compañero o amigo. después de todo no era la primera vez que lo hacía, no era la primera vez que hacía lo necesario para que alguien lo quisiera.
—Es todo, este es el ultimo cuadro. —le dijo Jungkook a Jimin cuando este se estiró sin dejar de mirar la pared—Mañana solo tendría que venir a instalarlos todos y listo, solo quedaría esperar al día de la verdad.
—Y verás que será una verdad más que acertada, ganarás, estoy seguro. Solo mírame, es que cómo competir contra alguien como yo. —Jungkook soltó una carcajada—Hablo en serio, tu amigo ¿Yoongi verdad? —Jungkook asintió—Él pinta maravilloso, pero he de decir que no va a superar esta sesión fotográfica ni por un pelo.
—No cantemos victoria, aún está el otro chico del que te había contado. Es muy bueno en la fotografía también.
—Pero a fin de cuentas él no fue el primer lugar en la selección. ¡Vamos no te desanimes! —Jimin llevó su mano al hombro de JungKook y lo apretó, masajeándolo levemente—Vas a ganar, vamos a ganar. Te apuesto que sus compañeros no le pusieron tanto empeño como nosotros.
JungKook miró la mano de Jimin sobre su hombro y luego la siguió con la mirada cuando la apartó para inclinarse y tomar su bolso.
—¿Ya te vas? —preguntó Jungkook un tanto desanimado.
—Sí, me están esperando para cenar. —el menor ladeó su sonrisa.
—¿Namjoon de casualidad? —Jimin borró su sonrisa, pero al instante la devolvió a su rostro, ahora de una forma más suave y dulce.
—Sí, Namjoon. —acomodó su bolso en su hombro—Hoy quiso hacer la cena, veamos si no hace un desastre. Es muy malo en la cocina. —Jungkook rió bajo—Nos vemos Jungkook, hasta el viernes.
Jungkook alzó su mano en forma de despedida—Hasta el viernes. —la bajó, y Jimin con una última sonrisa salió del salón. Jungkook soltó un suspiro y se cruzó de brazos.
Bien, Namjoon no le agradaba para nada, siempre estaba allí de una forma u otra. Incluso lo había visto cada vez que iba a dejar a Jimin a donde fuera que se encontraran, a veces le llamaba entre reuniones o le mensajeaba, haciendo a Jimin despistarse y fijar su vista en el celular por minutos sin siquiera escuchar con atención lo que decía.
Jungkook tenía ganas de tomar a Namjoon entre sus manos y apretarlo como si fuera una pelota para el estrés, tan fuerte hasta reventar y hacerlo desaparecer de la faz de la tierra. Era difícil intentar ser cercano a Jimin de otra forma que de compañeros si Namjoon se aparecía cada vez que se encontraba a solas con él, no podía intentar ser más cercano a Jimin si Namjoon aparecía para recordarle que estaba perdidamente enamorado de él.
Miró la hora en su celular. Era correcto, ya era hora de cenar así que Jimin no mentía. Posiblemente en ese momento ya se encontraba de camino a su departamento, hablando con NamJoon por teléfono y diciéndole que estaba cerca y que preparara la mesa para cenar. Jungkook deseaba algún día poder ser el hombre al que Jimin le hablara para preparar los platos y vasos, aquel al que le avisara cuando salía del trabajo y cuando podría estar libre para verse.
Su celular vibró, un mensaje de Jimin acababa de llegar a su teléfono.
"Jk, olvide preguntarte. Como verás no nos volveremos a ver hasta el día de la exposición y bueno, quería preguntarte si Namjoon podría ir también. Le gustaría mucho ver las fotografías, de verdad." "Además que estaría genial que viera tu trabajo ya que él podría hacer que su jefe te contratarte para algunos proyectos de su empresa, a veces necesitan fotógrafos para sus propagandas comerciales y bueno creo que el que fueras uno de sus colaboradores no estaría mal."
Jungkook abrió el teclado y le respondió: "Por supuesto que puede venir, es bienvenido." Y apagó la pantalla de su celular. Miró las fotografías de Jimin arrinconadas a su costado y soltó un bufido.
Como siempre ese hombre entre ellos, quizá era hora de dejarle claro a quien pertenencia Jimin ahora.
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Sidekicks [Kookmin]
FanfictionEl amor era tan maravilloso que en vez de ver todo color rosa veía todo color rojo. No lo recordabas así, ¿no, Jimin? Síndrome de Estocolmo ©nattxn, 2020.