Capítulo 40 (2/2)

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De nuevo aquel rayo de luz que Jimin había creído haber perdido cuando tenía catorce años había regresado. Ese rayo de esperanza en su vida, de felicidad. Dar aquel "sí" había hecho que regresara ese Jimin sonriente, ese Jimin el cual sentía aquellas mariposas revolotear en su estómago y su cuerpo derretirse al no poder terminar de creer cuando podía querer a alguien.

No había mañana, medio día, tarde o noche en que Jimin y Joowon no hablaran por mensaje. Incluso Joowon a veces iba a la salida a buscar a Jimin para que ambos fueran a caminar o a pasar el rato en alguna cafetería, a veces simplemente acompañaba a Jimin a su casa, ambos caminado lentamente, tratando de que su tiempo junto no terminara, tratando de hacer infinitos sus encuentros.

Y aunque Jimin se había tratado de convencer desde un inicio que estaba mintiéndose en la boca del lobo, que estaba cayendo en las garras del cuervo, todo había cambiado cuando Joowon le había pedido perdón y le había contado que a él también le gustaba los chicos.

—Desde que era niño trataba de convencerme que no era así. —le contó mientras ambos caminaban a casa de Jimin—Veía las películas porno de mi padre a escondidas para descubrir si en verdad estaba convencido de mi preferencia, pero, cuando las veía yo simplemente miraba a los hombres y no a aquellas mujeres. —había soltado una risa apagada—Era lamentable. —Jimin lo escuchó atento—También me gustabas, Jimin. Cuando ellos me dijeron que no me juntara contigo porque eras un "afeminado" yo me reí y les dije que eras un buen chico, y que en ese caso si fuera verdad, me alejaría de ti porque me daban asco los chicos que gustaban de otros chicos. —miró a la nada—Estaba tan confundido. Yo solo quería ser aceptado, tenía miedo de ser discriminado por mi preferencia sexual, apenas estaba en proceso de aceptación. No sabes lo difícil que fue para mi hacerte todas esas cosas malas, no disfruté en ningún momento esparcir todos esos rumores, Jimin. No quería hacerte daño.

—¿Cómo sé que no me estás mintiendo? —Joowon lo había mirado y había recorrido su mano hacia la de Jimin, enredando sus dedos juntos.

—Porque si fuera así, no tendría tantas ganas de besarte ahora mismo. —Jimin tragó en seco y miró sus labios. Sus piernas flanquearon por un segundo y sus labios se relamieron por la anticipación—¿Puedo? —Jimin asintió.

Se besaron. Jimin sintió ganas de llorar, sus manos quietas sin saber donde posarlas, su cuerpo temblando y sus mejillas ardiendo no solo por aquel fuerte sonrojo, sino también por el toque de Joowon sobre ellas. Se había sentido en las nubes, se habían besado por tanto tiempo que Jimin ni siquiera había notado cuando se habían escabullido en uno de los callejos que estaban cerca suyo esperando que nadie fuera a verlos.

Y un beso se había convertido en dos, tres. Habían pasado a ser citas y un "¿Quieres salir conmigo?", un "sí quiero" y un noviazgo de dos meses. Había pasado a ser la primera vez de Jimin.

Todo había sido color rosa. Ellos mantenían su noviazgo en secreto, Jimin y Joowon se presentaban a todos como mejores amigos. Disfrutaban de estar juntos en secreto cuando iban al cine, cuando iban a algún karaoke o estaban en los aposentos de Joowon cuando su madre les deseaba una buena tarde. Jugaban videojuegos, se besaban, tenían sexo. Disfrutaban de su juventud, del amor que sentían el uno por el otro.

O eso hacían hasta que una mañana había desbloqueado su celular y había visto decenas de llamadas perdidas de Joowon y cientos de mensajes sin leer.

"Filtraron un video de nosotros." Y el mundo de Jimin se había vuelto abajo una vez más.

Lo estás haciendo bien. —se escuchó a través del video. Jimin estaba de rodillas completamente vestido con el uniforme escolar. Se podía ver el suelo de madera clara si observabas con detalle al igual que unos pantalones negros junto a la ropa interior de Joowon a sus pies, pero si no eras tan observador, lo primero que ibas a notar era a ese chico de diecisiete años haciendo una felación a otro.

Sidekicks [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora