Su cuerpo fue acariciado por unas suaves sabanas, unas más que conocidas. Su cuerpo se sentía liviano, se sentía descansado. Bostezó y se estiró sobre la gran cama, abriendo los ojos lentamente. Tomó asiento y frunció su ceño, confundido porque de repente estaba en su habitación y por la gran ventana de su cuarto, la noche se hacía presente. ¿Por qué estaba allí?
Una pinzada golpeó el interior de su cabeza, un dolor repentino y agudo se hizo presente haciendo que Jimin se quejara en voz baja.
—¿Pero qué hora es? —preguntó para sí mismo, estirándose hacia el reloj de muñeca de Namjoon que estaba posado en la mesita de noche—Mierda. —dijo Jimin a penas notó la hora. Saltó al borde de la cama y corrió al baño, acomodando su cabello y viendo que todo estuviera bien. Eran justamente las ocho de la noche, iba a perder su vuelo.
Jimin ni siquiera había pensado racionalmente, ni siquiera había tomado en cuenta que ya no llegaba a tiempo, que aún tendría que manejar veinte minutos hacia el aeropuerto. Pero allí estaba, buscando su bolso el cual no encontraba y murmurando maldiciones.
Se colocó los zapatos rápidamente y salió de la habitación, y justo en el pequeño pasillo que daba al salón, chocó con Namjoon quien lo tomó por los brazos y lo miró confundido.
—Jimin, ¿qué ocurre? —preguntó con el ceño fruncido y apretando su agarre ya que Jimin estaba tenso—Calma.
—¡Voy a perder mi vuelo! Son las ocho. —dijo Jimin aun sin comprender la situación, sin darse cuenta de que ese vuelo ya estaba más que perdido—¿¡Por qué no me levantaste!?
—Jimin ese vuelo está perdido, son más de las ocho y el transcurso al aeropuerto es largo. Ven, siéntate. —el menor ni siquiera reprochó, estaba confundido. Solo se dejó guiar por la mano de Namjoon en su espalda, conduciéndole hacia el sofá—¿No te acuerdas de lo que ocurrió? —le preguntó sin entender nada, ¿por qué Jimin estaba de esa forma?
—Bueno, estaba en casa de Jungkook y... es lo último que recuerdo.
—Te quedaste dormido en su casa, me dijo que de repente empezaste a cerrar los ojos y caíste en el sofá. —Jimin frunció su ceño confundido—Amor. —la mano de Namjoon se posó sobre la mejilla de Jimin—No estás bien, estás demasiado cansado. Pensé en despertarte, pero no creo que hubiera sido lo más conveniente ahora mismo, no estás en condiciones para viajar, solo mírate, ni siquiera sabes cómo es que terminaste durmiendo en su sofá. Estaba preocupado porque te habías ido sin avisar, pero agradezco que Jungkook me llamó desde tu celular para que fuera a buscarte.
—Bueno, es que realmente solo recuerdo que me sentía muy cómodo en el sofá y solo cerré los ojos para descansarlos un momento y ahora veo que son jodidamente las ocho de la noche. —dijo Jimin mirando a la nada—Tampoco olvido que te compraste un boleto de avión para seguirme Busan. Ahora perdí mi vuelo. —dijo enojado, gruñendo y pasando las hebras de cabello por su oreja, mirando ahora a Namjoon a los ojos desafiante.
—Y quiero que hablemos de eso. —Namjoon utilizaba un tono suave, avergonzado y con claro arrepentimiento—Cuando te fui a buscar ya no estabas, me preocupé demasiado porque pensar que estabas enojado conmigo por lo que iba a hacer, me daba miedo. No quería que te enojaras conmigo por ello. —respiró hondo—Cuando no te encontré y regresé por las maletas para cuidarlas, cuando estuve esas tres horas sentado, esperando a que regresaras, me di cuenta de qué mierda estaba haciendo. Supe que de verdad estaba cagándola, que no estaba dándote la confianza que había prometido darte. Y no porque creas que yo pienso que puedes volver a caer en las drogas, no. Sino porque quiero ser tu soporte, quiero ser quien esté allí para cuando lo necesites, tengo miedo de cuando llores, cuando te enojes, cuando estés feliz, yo no esté allí para vivir ese momento a tu lado.
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Sidekicks [Kookmin]
FanfictionEl amor era tan maravilloso que en vez de ver todo color rosa veía todo color rojo. No lo recordabas así, ¿no, Jimin? Síndrome de Estocolmo ©nattxn, 2020.