¿Cómo se puede sobrellevar una ruptura? Esa es una pregunta la cual no tiene una respuesta exacta, no porque no exista algo lo cual pueda ayudarte a sobrellevar el dolor que deja el terminar con una relación amorosa, sino porque todas las personas son distintas, no a todos les importa tanto una ruptura como a otros, no a todos les funciona llorar o reír. Y Jeon Jungkook y Park Jimin eran una prueba de aquello.
Jungkook había estado en muchas relaciones al pasar de los años. Desde que había llegado a Busan y había entrado a la escuela primaria para cursar su ultimo año había empezado con su vida amorosa. Había estado en numerosas relaciones, más de diez posiblemente. Era extraño para él no estar en una relación, tener a alguien siempre detrás tuyo, alguien con quien pasar las tardes aburridas o con quien salir, o al menos hasta que se acababa y simplemente volvías a ser aquella persona solitaria, solo tú y posiblemente tus amigos a tu lado para ayudarte a superar el fin de tu relación. Sin embargo, eso no era algo por lo que Jungkook tenía que pasar, al menos no hasta ese momento de su vida.
Jungkook salía con las chicas que se le declaraban, les tomaba cariño y les agradaban, siempre eran chicas con un buen corazón, le hacían reír, le hacían pasar un buen rato. Sin embargo, al final de sus relaciones las veía llorar y les decía que lo sentía, alejándose de ellas y dándoles su espacio. Después de todo ellas eran las que terminaban con él por ser "indiferente" a su relación. Pero Jungkook no iba a fingir que tenía celos cada vez que cada una de esas chicas pretendía ponerlo a prueba.
Sus novias podrían salir con más chicos a sus espaldas y no le importaría un carajo.
Al contrario de Jimin, Jimin era sentimental, amoroso, valoraba cada momento de su vida y aprendía de ellos. La única vez que había pasado por una ruptura había sido cuando era joven, cuando había salido con Joowon, o al menos esa había sido la única hasta que días atrás había terminado con Namjoon por llamada telefónica. Jimin era diferente, Jimin sí amaba a sus amantes.
Cuando Joowon había terminado con él había pasado las noches en su habitación llorando en silencio para no despertar a su hermana menor. Había sido una semana triste, apagada, su corazón adolescente había sido destrozado, la persona que quería se le había sido arrebatada de su lado. Pero otros sentimientos habían sido mezclados junto a los de su ruptura, a la semana había sido echado por su padre de su casa y había tenido que ocupar su cabeza con cosas más importantes que una tonta ruptura amorosa.
Pero ahora, ahora era completamente diferente. Ahora Jimin estaba seguro que con quien había terminado no era cualquier novio, era la persona con la que había planeado pasar el resto de su vida, era su verdadero amor, a quien amaba y sabía que nunca dejaría de amar.
Jimin siempre había sido un chico romántico, amaba la compañía, odiaba estar solo, le gustaba ser cuidado, tener a alguien que se encargara de él, amaba saber que al final del día tenía a alguien a su lado, alguien quien estaría día y noche a su lado.
Y sí, una ruptura duele, lloras hasta quedarte dormido, te quedas mirando a la nada, pensando en blanco, a veces recordando los buenos momentos, deseando que el tiempo volviera atrás, arreglar tus errores, seguir con esa persona ideal. Pero en ese momento, todo eso, todo lo que se suponía que significaba sobrellevar una ruptura tan significativa como era la suya con Namjoon, simplemente nunca había ocurrido.
Tenía su cabeza ocupada en algo más en esos momentos, específicamente, en una persona más.
—Estaré cubriendo al turno de la mañana así que no me verás hasta la noche que salga de trabajar. Aquí te dejo una bolsa con el desayuno y el almuerzo. —Jimin fijó la mirada en el menor, específicamente, en su cabello—Nos vemos a las once, posiblemente baje luego de ducharme, o no lo sé, estaré muy cansado posiblemente. —lo vio posar la bolsa llena de comida en la mesa de centro.
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Sidekicks [Kookmin]
FanfictionEl amor era tan maravilloso que en vez de ver todo color rosa veía todo color rojo. No lo recordabas así, ¿no, Jimin? Síndrome de Estocolmo ©nattxn, 2020.