Aterrador *Indra (3)*

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Sus ojos realmente eran aterradores, mi respiración era acelerada no solo por el ritmo que llevaba las embestidas sino por el temor que comenzaba a calar por mi piel. Cada mordida o chupeton dejado en mi cuerpo era una clara muestra de que esta marcando territorio.

Muerdo mi labio fuertemente ante mi quinto orgasmo cuando me pidió que fuera su esposa acepte con gusto pero no me imaginaba algo así. No sé detiene por nada en el mundo, sus besos son tan posesivos y tormentosos que todo mi ser vribra ante la toxicidad inminente que me rodea.

Después de casarnos estuve feliz hasta que su comportamiento comenzó a cambiar. Llegaba a la casa de su padre cada vez más distante, frívolo, atormentado. Ese ya no era mi esposo.

Al terminar coger como siempre se quedaba dormido a mi lado, no me quejo por las noches de pasión pero últimamente si llego al orgasmo solo tengo la sensación por unos segundos y nada más.

Me levante sobando mi vientre, a penas dos meses de gestación pero sigue plano. Agradezco a Rikudo-sama porque se mantenga así ese secreto y no tener que hacer algo para ocultarlo.

Me levanto de la cama como puedo, mi cuerpo duele, mi piel arde por cada mordida y chupeton, camino al baño con esfuerzo hasta que por fin veo el cuarto donde podré sacarme todo el semen de mis piernas mientras que saco también los residuos que quedan dentro de mi.

Respirando profundo me sumergo en el agua caliente después de haberme enjuagado primero, dejó fluir el chakra por mi cuerpo, sintiento como las heridas y hematomas sanan rápidamente dándome mejor acceso. Ya después de estar lo suficiente ahí me levanto dispuesta a buscar ropa y mi bolso escondidos en el cuarto oscuro donde lo escondí para irme.

Un año de casados, un año donde cada momento con él eran mucho más intensos, un año donde la noche a la mañana todo se vino abajo.

Al entrar pude ver como mi suegro y figura paterna estaba sentado en el suelo meditando, junto a él se encontraban varias pertenencias mías y comida. Abrió los ojos mirándome con una sonrisa de nostalgia, me acerco a paso lento hasta quedar frente suyo con la mirada gacha mientras que mi  labio inferior tiembla.

—Lo has hecho bien hija mía —susurro acariciando mi cabello—. No tienes porqué llorar o sentirte mal ante la decisión que acabas de tomar.

—No quiero dejarlo... —murmure—... No quiero abandonar a ninguno de ustedes Otou-san. ¡Son lo único que tengo! —chille despacio mirando al anciano delante de mi llorando.

—Ya no estarás sola, tu prioridad ahora será cuidar de este bebé —apunto a mi vientre—, encuentra una aldea donde te sientas segura. He aprobado tu divorcio así que no tienes que preocuparte si quieres volver a casarte en algún futuro. La carta está puesta en tu habitación para mi hijo la encuentre.

—Pero... Se vendrá la guerra...

—La guerra ya está hecha —me interrumpió—, desde el día en que elegí Ashura como mi sucesor Indra declaró la guerra en esta casa, sólo se quedó sin rechistar porque tu se lo pediste. Anda, no pierdas más tiempo y emprende un nuevo camino —sentenció—. Forja tu propio destino de ahora en adelante, date a valer como la mujer que eres y llenarme de orgullo como mi hija.

—Eso haré dattebashi —sonreí con melancolía—. Haré que te sientas orgulloso de mi Otou-san.

A la mañana siguiente un colérico Indra golpeaba a todo aquel que se atravesará en su camino, Hagoromo fumaba de la pipa viendo con tristeza el oscuro y grisáceo cielo esperando la furia del hijo mayor

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A la mañana siguiente un colérico Indra golpeaba a todo aquel que se atravesará en su camino, Hagoromo fumaba de la pipa viendo con tristeza el oscuro y grisáceo cielo esperando la furia del hijo mayor.

Ashura estaba al lado de su padre, recién había llegado de su luna de miel y no tenía ideas de lo que estaba ocurriendo hasta que apareció su hermano mayor por la puerta trasera con una mirada llena de odio y desprecio.

— ¡¿A donde demonios se fue?! —Espetó colérico.

—Nii-san ¿qué...?

—Ya es tarde —hablo el hombre llamando la atención de ambos hijos—, ella ya no quería seguir contigo.

— ¡Es mi esposa, tiene todo el derecho de estar conmigo! —Grito furioso pegando un puño en la madera rompiendo la ante tal fuerza—. ¡Dime donde está!

Se acercaba a paso rápido con rayos saliendo de la palma izquierda. El ataque fue detenido por su hermano menor que lo miraba con odio por querer atacar a su padre. Hagoromo se levantó ante tal impacto que seguramente asustó hasta los pueblerino más alejados de la mansión Outsutsuki.

—. Ya tienes tu carta de divorcio hijo —Murmuró mientras lo veía con benevolencia—, si quieres recuperar a mi hija tendrás que dejar todo ese rencor, odio, orgullo de lado. Solo le estabas haciendo daño y no querrás que nada malo le suceda estando a su lado si realmente la amas.

—Eres un desperdicio —encaró—. No sólo te vasto quitarme la posición de heredó —se rio con amargura—, sino que ahora también me quitas a mi esposa. Pero que mierda de padre resultase ser.

Antes de irse le lanzó el papel de divorcio arrugado a la cara. Cada palabra salida de su boca era un puñal para el corazón de Hagoromo, Ashura tenía sus puños apretados cuando su padre cayó de rodillas al sentir demasiado dolor en su pecho.

Mientras que trataba de atenderlo la risa desquiciada de Indra podía escucharse hasta en lo más lejos de su hogar declarando así una guerra que será interminable.

Mientras que trataba de atenderlo la risa desquiciada de Indra podía escucharse hasta en lo más lejos de su hogar declarando así una guerra que será interminable

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Está historia se actualiza todos los domingos.

Holaaaa lamento no haber actualizado en estas dos semanas que pasaron. Estuve full ocupada :v

Bueno, aquí les teaugo el tercer pacitulo de Indra, espero que les guste.

ADreamer 🎄

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