EL MISTERIO DEL DIARIO SECRETO (Draco Malfoy)

LXXVIII

CAPITULO 78: NO QUEDA NADA

—¿¡Pero en qué estabas pensando!?—exclamó Lupin furioso golpeando el periódico contra la mesa.

Me sobresalté en mi asiento ante el golpe, Tonks lo tomó por los hombros obligándolo a retroceder. El hombre lobo respiró hondo y se tranquilizó.

—Cariño, eso fue muy peligroso—dijo Molly horrorizada.

La Orden sabía de mi pequeño acto de presencia en la boda de Draco. Había salido en la portada de El profeta, tal y como lo había previsto.

Otras revistas de escándalos amorosos en el mundo mágico publicaron todos los detalles, era un caos. No podía andar por la calle sin ser señalada como una "destruye matrimonios".

—¿Y que tal salió?—preguntó Arthur en un susurro. Yo sonreí y levanté mis pulgares.

Molly lo golpeó regañándolo con la mirada.

—Eso fue muy arriesgado, estabas en la boca del lobo Atenea—dijo Charlie completamente serio.

Rara vez veía a Charlie con esa expresión en el rostro, solía ser alegre y bastante bromista, al igual que Fred y George.

—Lo siento—dije un poco apenada—. Tenía que ir, no podía dejar que Draco se casara.

Los hombres bufaron frustrados y Tonks me miró comprensiva.

—Sigo sin entender que es lo que ves en ese chico—se quejó Bill. Fleur lo regañó.

—Bill cariño, ella tiene sus razones—la rubia me guiñó el ojo—. Ponte en su lugar.

El pelirrojo rodó los ojos y tomó aire tranquilizándose. Todos estaban molestos.

—Atenea, al menos dime que no te hicieron daño— Tonks se acercó a mi pasando su brazo por mi hombro. Le sonreí agradecida.

—No, no paso nada más que un leve duelo de varitas con Pansy y su madre—expliqué aclarando el drama.

Molly suspiró aliviada.

La revista "Corazón de Bruja", difundió el escándalo en su portada con una foto de Draco en medio de mi y Pansy.

Patético.

Se había distorsionado todo, se corrió el rumor de que yo había incendiado la boda en un ataque de ira por ver a Draco en el altar.

Ganas no me faltaron, para ser sincera, pero eso no pasó.

Ahora tenía a la Orden del Fénix haciéndome reclamos por arriesgar mi vida.

—¡Oh linda!—exclamó Molly acercándose y abrazándome—. Promete que nunca más volverás a hacer eso.

Yo suspiré y asentí. En cierta parte, tenían razón y había sido una estupidez.

Por otra parte, no me arrepentía de absolutamente nada.

Después de pasar todo un día entero con Draco en el apartamento, él regresó a la mansión con su familia para poder conversar al respecto.

Estaba casi segura de que Lucius Malfoy quería matarme.

—Tienen razón—admití frente a todos—. Fue arriesgado y sin duda alguna, una idiotez. Pero no los puse en riesgo, no quise decirles nada porque sabía como reaccionarían.

Los presentes en la sala se miraron entre ellos pensando en mis palabras. Yo tenía razón.

Podían decir que fui inconsciente, pero en ningún momento arriesgué la vida de ellos. Sólo arriesgué la mía.