XXXIII

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CAPITULO 33: GRAN REGRESO A HOGWARTS

El tren había frenado haciéndonos saber que ya habíamos llegado a destino. La navidad había pasado y los días en casa de Abby habían sido buenos para poder despejar la cabeza y olvidar las visiones horribles que había tenido.

Ese día que las visiones y voces habían regresado, yo había tenido el descuido de no estar pendiente de la luna y de las fechas. Mis amigas me encontraron inconsciente en el baño de nuestra habitación y de inmediato me llevaron a la enfermería para poder recuperarme como la última vez.

Era la segunda vez que tenía esas visiones y los efectos secundarios habían cesado con rapidez y no habían sido tan fuertes como la primera vez. Eso era todo un alivio.

Pude hablar con McGonagall sobre lo que había visto y ella me pidió que estuviera tranquila porque ella se encargaría de informar a Dumbledore.

Después de todo eso y de Umbridge, con su Brigada Inquisitorial al acecho, las reuniones del Ejército de Dumbledore serían menos frecuentes.

Había tenido contacto con cada uno de mis amigos, pero no con Draco. Él se había comportado un poco distante pero era porque al parecer algo andaba mal con su padre, no me había contado todo pero solamente pude hacerle saber que estaría para él.

—¿Has hablado con Draco?

Levanté la mirada hacia Luna que comenzaba a desempacar sus cosas, al igual que Abby y yo.

—No...no quiero presionarlo—respondí y suspiré profundo.

-He escuchado un rumor sobre él pero no he querido alarmarte-dijo Luna nuevamente.

—¿Un rumor?

—Si, algunos dicen que su padre quiere que se comprometa—explicó.

Una bala dolía menos.

Quizás era eso lo que tanto preocupaba a Draco ya que todo encajaba con la discusión que él había tenido con Pansy.

—Los matrimonios arreglados son una basura Aten—dijo Abby esta vez quitándome la idea de la cabeza.

Era totalmente absurdo el hecho de obligar a alguien a contraer matrimonio sin amor, solamente por tener intereses económicos o, lo más probable, en la pureza de sangre.

—Es sólo un rumor, no creo que eso ocurra chicas—hablé finalmente y cerré mi baúl.

🤍

Me encontraba en la biblioteca haciendo tiempo antes de ir a mi última clase del día. Pociones con Snape.

Me venía preparando para los exámenes, quería dar todo de mi para poder estudiar para la profesión que más quería. Ser medimaga.

Si, muchos dirán que al ser bruja celestina se espera que quiera ser aurora pero no es cierto. Mis planes a futuro implicaban estudiar para ser medimaga y ayudar a todo aquel que lo necesite.

Tomé asiento y miré a mi alrededor buscando la conocida cabellera rubia pero no la encontré.

La clase había comenzado sin el rubio presente.

—Hoy les quiero enseñar estas pociones y las características propias de cada una. Presten atención o serán castigados—explicó Snape con frialdad.

Tomé mi pluma comenzando a tomar nota de la información que él daba a la vez que leía el libro para poder informarme más.

Escuché unos murmuros y risitas detrás de mi y al voltear vi que Pansy y Millicent reían a la vez que charlaban.

EL MISTERIO DEL DIARIO SECRETO (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora