CAPITULO 8: PRIMER DÍA DE CLASES
—¡Despierta ya!—sentí un golpe en mi cara y abrí mis ojos como pude encontrándome con Abby con una almohada en sus manos y a Luna saltando sobre mi cama.
—Aten es un poco tarde, tienes el sueño pesado—Luna se sentó junto a mi.
—Es tu primer día, debes arreglarte así bajamos a desayunar— dijo Abby y se fue al tocador para arreglarse el maquillaje. Era muy coqueta.
Después de que me levantara, juntando fuerzas para comenzar el día, me arreglé un poco y bajamos al comedor a desayunar. Al entrar vimos a todos los chicos de cada casa desayunando, nos sentamos en la mesa de Ravenclaw y decidí comer unos pastelillos de chocolate. Amo mucho el chocolate.
—Bien, ¿Cuál es tu primera clase?— Abby me miró y busque entre mi mochila mi horario.
—Transformaciones con Gryffindor—respondí leyendo el horario. Después tendría Herbología con Hufflepuff y Pociones con Slytherin.
—Genial, te veremos más tarde entonces cuando termines tus clases—dijo mientras comía una tostada.
La miré confusa, creí que seríamos compañeras de clases.
—Oye pero...—un chico castaño de Gryffindor se nos acercó y no pude terminar porque me interrumpió.
—Luna—la rubia lo miró atenta—Necesito hablar contigo.
—Neville, hola—lo saludó dulcemente.—Pero primero, te presento a Atenea, nuestra nueva compañera.
—Hola Atenea, es un gusto—saludó el chico un poco tímido. Se veía realmente tierno, tenía cabello castaño y era pálido, un poco regordete pero aún así atractivo.
—El gusto es mío Neville—sonreí y seguí comiendo mi pastelillo mientras vi como Luna se levantaba de su asiento para hablar con Neville.
—Ahora si, ¿Que decías?— Abby me miró atenta.
—Creí que seríamos compañeras de clases—pregunté comiendo otro pastelillo. Por Merlín, eran mi perdición.
—Oh no, Luna y yo somos un año antes—explicó y suspiré pensando en que tendría que estar sola en clases.— Neville es de Gryffindor, le diré que se siente junto a ti—propuso y sonreí ante su idea.
Recordé en ese momento que Harry, Ron y Hermione también eran de Gryffindor, quizás coincida con ellos y estemos en el mismo año.
Después de desayunar, Abby se fue a buscar a Luna. Finalmente, quede sola buscando el salón de transformaciones.
Caminaba por un pasillo hasta que reconocí de lejos a Neville sacudiendo su mano en señal de que me acercara, suspiré aliviada.
—Por fin te encuentro, creí que estaría sola—dije parándome a su lado para entrar juntos a la clase.
—No te preocupes, no iba a dejarte sola—el chico respondió amigable y tomó asiento mientras yo lo imite y me senté junto a él.
Nos pusimos a hablar sobre nosotros y Neville me preguntó mucho sobre mi llegada y todo lo de ser una bruja celestina. Quedó igual de sorprendido que Luna y Abby cuando hablamos el día anterior.
Escuché unas voces reconocidas a mis espaldas y voltee encontrándome con Harry, Ron y Hermione. Al parecer ellos eran inseparables.
—Hola Atenea—saludaron al unísono
—Hola chicos ¿cómo están?—pregunté sonriente y ellos respondieron, también saludaron a Neville que estaba junto a mi. Al parecer eran amigos y se conocían hace años.
Hablamos por unos minutos hasta que la profesora McGonagall llegó y nos obligó a hacer silencio
Preste atención a toda la clase, anotando cosas en mi cuaderno y marcando el libro que utilizaba la profesora para guiar las clases. Tenía que ponerme al día en mis clases y estudiar mucho.
Después de unas dos horas, que pasaron rápidas debido a que estaba muy concentrada, la clase terminó y junté mis cosas para ir a mi siguiente clase.
Harry, Neville, Ron y Hermione se despidieron de mi y tomé mi mochila para salir del salón hasta que oí a la profesora llamándome.
—Atenea—voltee a mirarla.—Esta noche después de tus clases normales te veré aquí mismo para comenzar con tu preparación.
—Esta bien, llegaré puntual— sonreí levemente y ella me devolvió la sonrisa.
—¿Ya has intentado algún hechizo?—preguntó mirándome curiosa y asentí.
—Si, he practicado varios anoche pero nada avanzado—aclaré con temor a que me regañara pero ella solo sonrió de nuevo.
—Estupendo, practicaremos más hoy—dijo mientras tomaba asiento en su escritorio.— No te retraso más a tus clases, vé y si tu profesora te regaña dile que estabas hablando conmigo—agregó y guiñó el ojo causando que una sonrisa se formara en mi rostro. La profesora McGonagall era mi favorita.
Comencé a caminar rápido rumbo a mi próxima clase y entré inmediatamente en un salón pero de golpe me di cuenta que era el equivocado.
Al abrir la puerta vi a Draco Malfoy con una chica castaña besándose y ambos se separaron al verme.
—¡Lárgate!—gritó ella con enojo pero yo no podía moverme de los nervios.—¿Eres sorda? ¡Vete!.
Cerré la puerta rápidamente y suspiré frustrada, ¿Acaso no podían hacer sus cosas en otro lado que no sea un lugar donde los puedan descubrir?
Caminé buscando el otro salón donde se supone que tendría clases hasta que lo encontré.
Entré intentando llamar la atención lo menos posible y vi que la profesora ya había comenzado la clase.
—Tarde señorita...—me miró sin saber mi nombre. Todos mis compañeros de clase posaron su mirada en mi incomodandome.
—Saint-Jean—completé y ella asintió.— Lo lamento, estaba con la profesora McGonagall ¿Puedo pasar?— me disculpé y pregunté esperando que me dejara escuchar la clase. Ella respondió con un "Adelante".
Pasé al salón, que en realidad era un invernadero lleno de plantas. La clase duró unas dos horas pero me pareció totalmente pesada y aburrida, me basto solo 5 minutos para darme cuenta de que odiaba Herbología.
Después de esa aburrida y agotadora clase tomé camino al salón de pociones, que era dada por el profesor Severus Snape. Una de las personas que se encontraba cuando llegué a Hogwarts y todo era un caos.
Estaba a punto de entrar al salón con los demás chicos de mi casa y otros de Slytherin hasta que sentí que alguien tomó mi brazo bruscamente evitando que entrara.
Miré de quien se trataba y tenía a Draco Malfoy frente a mi, suspiré agotada.
¿No se cansaba de aparecerse en mi camino todo el tiempo?
—No dirás nada de lo que viste ¿Me oyes?—murmuró amenazándome.
—Si te refieres a que te vi besuqueándote, y no dulcemente, con alguien, no me interesa en lo más mínimo Draco. No diré nada—rodeé los ojos dispuesta a entrar a clases pero volvió a retenerme.
—No juegues conmigo brujilliza, no sabes con quien te estás metiendo—el rubio me miró con su típica cara de superioridad antes de acomodarse su túnica y entrar a clase.
Vi que el profesor Snape estaba a punto de entrar así que me apresuré a sentarme sola junto a un chico moreno de Ravenclaw.
¿Quien se creía que era Malfoy? Ni siquiera lo conozco y me amenaza. Suspiré cansada esperando terminar el día, su actitud me recordaba a Leah cuando estaba en el orfanato.
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EL MISTERIO DEL DIARIO SECRETO (Draco Malfoy)
FanfictionAtenea Saint-Jean, una adolescente de solo 16 años que vive en un orfanato en Massachusetts, un día se encuentra con un diario escondido entre las hojas de otoño en un bosque, que la va a transportar a un mundo lleno de magia y misterio dónde conoce...