EL MISTERIO DEL DIARIO SECRETO (Draco Malfoy)

XVII

CAPITULO 17: DRACO Y LA CARTA

Luna, Abby y yo estábamos en el comedor sentadas, hoy llegarían nuestros vestidos que Molly nos eligió para el baile.

Más allá de eso, yo releía la carta que Draco me había enviado, una y otra vez, un poco aturdida.

 "Brujilliza, he encontrado algo que quizás te interesaría. Búscame en cuanto descubras esta carta. Por cierto, espero que se repita nuestro encuentro en la torre de astronomía"

—Aten ¿Qué pasó con Draco esa noche?—interrogó Abby y la miré un poco avergonzada.— Oh no, no me digas que él y tú...—abrí los ojos y negué interrumpiéndola.

—No, nada de eso que tu crees—ella relajó sus facciones.—Sólo me dió el libro, hablamos un rato y dimos un paseo en escoba.

—¿Que?—Luna ahora me miraba atónita.—¡Podrían haberlos descubierto y castigado!

—Lo sé, lo sé pero él me convenció y...—le di la razón y ella soltó una risita—¿Que?

—¿No has pensado en que quizás le gustes a Draco?—soltó Abby y yo comencé a negar con la cabeza.

—No, imposible. Él sabe que estoy con Cedric—expliqué.

—Estamos hablando de Draco Malfoy, Atenea—dijo Luna y Abby me miró fijamente.— Es extraño que se comporte así.

Solté un suspiro frustrada, yo tampoco entendía porque Draco de repente estaba siendo amable, aunque jamás dejaba de lado su lado egocéntrico e incluso, a veces, su lado detestable.

—¿Entonces que hago?—las miré esperando una respuesta.

—Nada, al parecer se llevan bien—habló Abby comiendo unos caramelos.—Pero ten cuidado, él no es precisamente alguien que inspire confianza.

Luna asintió con la cabeza.

—A mi me ha llamado lunática muchas veces—dijo la rubia y mi rostro se transformó a uno de seriedad.

—¿Que?—en ese momento sentí ganas de patearlo.—Maldito idiota—murmuré entre dientes.

—Pero no te preocupes Aten, no me molesta. Sólo lo ignoro—agregó con su característico tono de dulzura.

Abby me miró un poco compasiva, no se habían tomado del todo bien el hecho de que hablara con Draco. Aún así, ni siquiera éramos amigos, solamente podíamos llegar a tener una conversación cuando él no era un idiota.

—Llegaron estos paquetes para ustedes señoritas—Colin Creevey estaba frente a nosotras con 3 cajas grandes, de inmediato supe que eran nuestros vestidos.

—Gracias Colin—agradecí y mis amigas me imitaron.

—Deberíamos abrirlos en privado, aquí los verán todos—propuso Luna mirando a nuestro alrededor. Había chicos de todas las casas.

Corrimos hacia nuestra habitación y apenas entramos cada una se lanzó a su cama abriendo los paquetes.

 Abby fue la primera en sacar su vestido, era color azul oscuro. Era muy lindo

—¡Es precioso!—exclamó Luna admirando el vestido de nuestra amiga.

—Te verás muy linda Abby—le sonreí y ella simplemente reía.

Luna se apresuró a abrir su paquete y abrió los ojos alegre cuando vio un vestido color amarillo.

—¡Amo este color!—abrazó el vestido en sus manos.