EL MISTERIO DEL DIARIO SECRETO (Draco Malfoy)

XLIV

CAPITULO 44: HAZAÑAS

Un nuevo año comenzaba y me encontraba dirigiéndome hacia el comedor para la cena de bienvenida y la ceremonia de selección de los alumnos del primer año.

Apenas distinguí a mis amigas sentadas en la gran mesa de ravenclaw, me acerqué hacia ellas acomodando un poco mi túnica que se había arrugado al transportar mis cosas a nuestra habitación.

—¡Hola queridas mías!—saludé tomando asiento.

Ambas sonrieron al verme y me hicieron un lugar para sentarme justo en medio de ellas.

—¡Aten! ¿Dónde estabas?—preguntó Luna risueña.

—Estaba acomodando mis cosas, tengo hambre—comenté impaciente.

Odiaba esperar mucho para comer.

—Yo también, detesto esperar a la ceremonia de selección de los de primer año—agregó Abby y Luna se rió.

En ese momento sentí una mirada sobre nosotras y recordé el acontecimiento ocurrido en el tren cuando Seamus abrió nuestro compartimiento y descubrimos que había estado besándose con Abby.

—Abby...—llamé su atención sin despegar la mirada de la mesa de Gryffindor.

—¿Que ocurre?—preguntó.

—¿Que tienes con Seamus?—pregunté de repente.

Como si el nombrado sintiera que estábamos hablando de él, miró hacia nuestra mesa y le dio una pequeña sonrisa a Abby quien se removió incómoda pero le devolvió la sonrisa.

—Yo... no lo sé-suspiró frustrada—. Hemos estado dando vueltas desde el cuarto año y jamás concretamos algo serio.

Luna escuchaba atenta las palabras de Abby y note como la primera bajaba la cabeza incómoda.

—Creo que hacen una buena pareja—comenté—. Deberían dejar de dar vueltas si ambos sienten lo mismo.

Me pareció prestar atención a mis palabras y miro nuevamente al Gryffindor que reía junto a sus amigos en su respectiva mesa.

—Ojalá fuera tan simple—dijo apenada.

Mi cabeza traicionera como siempre me recordó a mi situación con Draco y debía admitir que Abby tenía razón.

A veces simplemente era difícil.

—Si realmente sientes algo por él creo que deberías decírselo o sino luego te arrepentirás cuando lo veas con alguien más—dijo Luna de repente y soltó un suspiro.

Esperen un momento.

¡Luna estaba sufriendo por amor!

Mi cabeza re-calculo unos segundos tratando de descifrar quien era el chico que robaba suspiros de amor en mi amiga.

En un momento hice un clic y el pelirrojo apareció en mi cabeza.

¡George!

—¿Luna hay algo que quieras contarnos?—interrogó Abby notando la tensión.

La rubia soltó un suspiro desanimada y nos miro a ambas dispuesta a contar que le ocurría.

—Está saliendo con Alicia Spinnet—soltó.

—¿Tuviste algo con George?—pregunté sorprendida.

Si bien ambos habían ido juntos al baile de Navidad, jamás creí que a Luna le gustara tanto George.

Aunque George es guapo.

—Si—confesó apenada. Miré a Abby sorprendida—. Pero no importa, ya se acabó.