EL MISTERIO DEL DIARIO SECRETO (Draco Malfoy)

XXVI

CAPITULO 26: DOLORES UMBRIDGE

—¡Les quiero dar la bienvenida a cada uno de ustedes a este nuevo año que comienza!—todos miraron a Dumbledore comenzando a dar su discurso.

Dumbledore comenzó a dar las típicas aclaraciones, que según mis amigos, lo hacía todos los años. Presentó a cada uno de los profesores de las materias y pude notar a una mujer baja, regordeta y con cara de sapo con una falsa sonrisa en el rostro.

Como si fuera una señal, la cabeza comenzó a dolerme a tal punto que no pude evitar llevar mis manos a la sien masajeando con la esperanza de que el dolor cesara.

—¿Aten qué ocurre?—oí la voz de Abby e inmediatamente levante la cabeza para mirarla.

—Me comenzó a doler la cabeza, hay algo malo—susurré para que no nos llamaran la atención.

—Esa mujer no se ve muy agradable—murmuró Luna y ambas asentimos con la cabeza.

Decidimos hacer silencio para prestar atención a las palabras de Dumbledore y noté como el rostro de Harry se transformaba al ver a la mujer qué vestía de color rosa chillón llamando mucho la atención.

Definitivamente la conocía...

Intercambie miradas con Harry ya que él se encontraba en la mesa de Gryffindor y su rostro de preocupación fue evidente.

Había algo muy mal con la cara de sapo.

—Les presento a la nueva profesora de defensa de las artes oscuras, la profesora Dolores Umbridge—dijo Dumbledore y la mujer sonreía aún más con su nombramiento.

Por Merlín ¿Porque no para de sonreír así? Da miedo.

El director seguía hablando hasta que fue interrumpido por aquella extraña mujer y todos pusieron cara de fastidio.

Umbridge que se levantó de su asiento caminando con un paso decidido hacia dónde estaba Dumbledore previamente dando su discurso, las miradas de todos se posaban con atención en la mujer.

—Gracias señor director por sus amables palabras de bienvenida—dijo a Dumbledore y nos escaneó a todos con una sonrisa un poco siniestra—. Que hermoso ver sus brillantes y felices rostros sonriéndome.

Miré a mi alrededor y todos la observaban con un rostro de espanto incluso un pequeño deje de terror.

—Estoy segura de que todos seremos muy buenos amigos—agregó.

Noté como desde la mesa de Gryffindor los gemelos Weasley miraban a la mujer con un poco de asco.

—El Misterio siempre ha considerado que la educación de jóvenes brujos y hechiceros es de vital importancia aunque cada director ha traído algo nuevo a esta histórica escuela—recitó y miró al director para luego comenzar a caminar mirándonos a todos con su típica sonrisa llena de falsedad.

—El progreso sólo por progresar no puede continuar, hay que preservar lo preservable, perfeccionar lo que se debe perfeccionar y eliminar las prácticas que deberían prohibirse—finalizó su discurso con orgullo y los aplausos por parte de Dumbledore y los demás profesores no tardaron en aparecer.

Patético.

—Tiene que ser una maldita broma—murmuro Abby horrorizada.

—Al parecer Harry la conoce debemos hablar con él—susurré llamando la atención de mis amigas.

—Creo que le gusta mucho el rosa—dijo Luna con una leve risita mirándonos atenta.

—Es una ridícula, estoy segura de que traerá problemas—finalicé la conversación antes de sumergirme en mis pensamientos. Abby y Luna no dijeron nada más.