La calma antes del caos.

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Los primero rayos del sol comenzaron a entrar por la ventana de la habitación en la que yacían el peliverde y la azabache, lo que sucedió aquella noche era algo que jamás olvidaría en su vida, fue el momento en el que sus sentimientos se habían entrelazado y se habían correspondido el uno al otro.

En la cama, un pecoso abrió lentamente los ojos mientras evitaba los rayos del sol con su brazo para no lastimar sus ojos, para su suerte, encontró una imagen hermosa al abir por completo sus ojos, su ahora "pareja" se encontraba aún durmiendo sobre su pecho, despeinada, dormida como una niña y desbordaba una gran aura de paz y calidez.

Izuku: [ Es hermosa incluso cuando duerme ]

Por varios minutos el joven admiró la belleza de la chica, pese lo sucedido en aquella noche seguía sin creer en su totalidad que eso estuviera pasando, el hecho de despertar junto a la persona que amaba era algo que aún lo tenía incrédulo pues nunca creyó que realmente pudiera suceder.

El joven trató de levantarse sin despertar a su pareja, aunque por más que tratara de encontrar una finta esta se mantenía en una posición en la que era difícil moverse sin despertarla.

Momo: Estoy despierta.

Fue lo único que dijo antes de que el pecoso pudiera hacer algo para levantarce.

Izuku: ¿ Ya estabas despierta ?

Preguntó el peliverde mientras que la pelinegra asintió con la cabeza.

Izuku: ¿ Por qué no me lo habías dicho ?

Momo: Porque me encanta como me miras, me encanta la manera en la que me admiras de pies a cabeza.

Izuku: Con que engañando entonces jeje.

Momo: ¿ Que tal dormiste ?

Izuku: Bien, hacia frío, pero lo arreglamos jeje.

Momo: Lo sé.

El pecoso se levantó de la cama y se pudo su boxer y su pantalón antes de vocalizar más palabras.

Izuku: Deberías levantarte, Rumi y Kacchan no tardan en despertar.

Momo: - Con un pequeño sonrojo - Me gustaría levantarme, pero la verdad no puedo aún.

Izuku: ¿ Y por qué no ?

Una pequeña sensación de cosquilleo recorrió la espalda de la joven para que después ésta dijese la razón.

Momo: Porque aún me duele mi vientre, también me duele la cadera un poco, ademas me tiemblan ligeramente las piernas, fuiste un poco brusco conmigo anoche.

Izuku: A decir verdad, también me siento un poco adolorido, disculpa mi brusquedad de anoche, esque fue m-mi p-pr-primera vez y me dejé llevar por mis instintos sabes

Momo: Calma, también fue mi primera vez.

Izuku: Supongo que fue un intercambio equivalente, me diste tu primera vez y te di la mía.

Momo: Jaja, si, supongo que si, aunque es un poco extraño todo esto.

El peliverde sin entender del todo lo que su pareja quería decir la miró con confusión.

Izuku: ¿ Extraño en que sentido ?

Momo: Bueno pues, ya sabes, ahora conoces todos mis sentimientos y también ya conoces mi cuerpo, es una sensación extraña, quiero decir, nunca creí que llegaríamos a este punto ambos.

Izuku: - sonriendo - Sé a lo que te refieres, es también extraño para mi esto, pero lo importante es que ahora estamos juntos.

El peliverde se acercó a la pelinegra que se encontraba aún en la cama para besarla suavemente en los labios. Al tratar de seguirse vistiendo este notó un cambio de emociones en la chica.

FUEGO Y CREACIÓN ( Izuku × Momo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora