La Moral Humana.

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El humo comenzó a dispersarse lentamente con el pasar de los minutos. El pelicenizo que había observado de alguna manera, "Cerca" el combate que se había llevado a cabo se levantó de donde había estado escondido para no ser quemado, al no escuchar más sonidos de la pelea, este se levantó subió a una pequeña colina que estaba frente a él. El paisaje era algo complicado de describir, un enorme cráter yacía en lo que alguna vez fue la ciudad, además la vista se tornaba borrosa pues el suelo y los alrededores aún seguían hirviendo por el calor que ambos hermanos habían emitido durante su enfrentamiento.

Dentro del cráter, una chica pelinegra se arrastraba con su único brazo hasta la orilla del agujero para poder escapar, sus piernas estaban totalmente rotas, su brazo de metal había desaparecido y aquel agujero en su abdomen la estaba matando lentamente.

Yam: M-mierda, d-debo de e-es-capar.

El peliverde se encontraba de rodillas tratando de resistir todo el dolor que le había causado su propio ataque, este se percató de que su hermana estaba tratando de huir, por lo que tomó la parte de una de las Katana que sobró, la cual era conformada por sólo un pedazo de metal adherido a la parte de donde se sostiene.

Izuku: Mi misión, es acabar contigo.

Con dificultad comenzó a caminar a donde se dirigía la ojirubi, la pateó en el rostro para que quedara boca arriba, ambos se miraron a los ojos, con su último aliento, el pecoso tomó las suficientes fuerzas para empuñar el arma, la tomó con su único brazo y bajo rápidamente para atravesar el corazón.

La chica agarró el filo de la Katana con su mano causando que casi se mutilara los dedos. A pesar de que ya había perdido casi todo su poder aún tenía fuerzas como para forcejear.

Izuku: ¡No hagas esto más difícil!

La mujer seguía forcejeando para evitar que fuera asesinada, esta aplicó más fuerza y empujó el resto del arma hacia arriba.

Yam: No moriré aquí, aún tengo cosas que llevar a cabo.

El forcejeo se comenzó a inclinar del lado de la mujer que aunque estuviera acabando con sus dedos, tenía la voluntad y la fuerza para seguir luchando por sobrevivir.

El peliverde supo que no sería fácil acabarla a pesar de estar casi muerta, así que dejó de aplicar fuerza. La mano de su hermana estaba casi mutilada en su totalidad, Deku la miró con inferioridad, y una vez más tomó vuelo desde arriba para aplicar más fuerza en el arma.

La chica atravesó su mano y lo que podemos llamar Katana se clavó en toda su palma, la sangre salpicó en todas direcciones que incluso manchó el rostro y el traje de nuestro protagonista.

Izuku: ¿¡Por qué no mueres de una sola vez!? ¿¡Por qué sigues insistiendo en traer más caos!?

Yam: Tu pequeña mente jamás lo entendería.

Izuku: ¡Cállate!

La fuerza que ambos aplicaban sobre el mismo objeto causó que este se rompiera en pedazos, el pecoso tomó el más largo de ellos, en el momento de intentar clavarle en el corazón de su hermana, un rugido de una bestia desconocida desconcentró el accionar del peliverde.

Una quimera de fuego color violeta, se acercaba corriendo en donde estaba llevándose a cabo la escena, el pelilechuga camino hacia atrás y de un golpe desaprecio la bestia, sin emabrago, todo su accionar y su moral humana se vieron interrumpidas por lo que sucedió después.

Una niña de pelo negro y ojos violetas se dirigía corriendo a donde estaba la mujer en el suelo, la niña asustada se arrodilló por un lado de su madre mientras lloraba debido al mal estado de la mujer.

FUEGO Y CREACIÓN ( Izuku × Momo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora