El Inicio del Acto Final.

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El chico de la gorra con cuernos se sentó en un banco por un lado de la camilla dónde yacía su amada, tomó su brazo, o por lo menos lo que quedaba de él, y lo puso frente al rostro de la albina para que observara lo que había sucedido.

Kota: No sé bien que te llevó a hacer esto, pero... perdiste una parte de tu brazo.

La peliblanca miraba con atención que carecía de partes de su brazo desde un poco más abajo de su codo hasta dónde alguna vez estuvo su mano.

El pelinegro la abrazó de nuevo mientras tenía un poco húmedos sus ojos y la apretó como si jamás quisiera dejarla de nuevo.

Kota: Ya no quiero que te involucres en esto, ¡siempre sales lastimada!, odio verte sufrir o arriesgarte de esa manera.

Él siguió aferrado a la chica y esta también soltó un par de lágrimas que recorrieron sus mejillas por breves momentos.

Eri: No puedo prometerte eso, ¿Qué clase de héroe no daría todo de si por los demás?

El chico soltó su agarre y se limpió los ojos con la manga de su suéter, regresó a su asiento y observó con detenimiento las heridas que había en el cuerpo de la albina, heridas de agujas, golpes y ahora la carencia de un brazo. Él no quería verla más así, sólo quería protegerla.

Eri: Las cicatrices son marcas que demuestran a lo que hemos sobrevivido,  muestran que hemos sido fuertes y hemos sobrevivido a nuestra batallas.

La chica sonrió, ella tenía una personalidad algo compleja, nunca sabías como iba a reaccionar ante lo que sucedía, pero la mayoría de veces era con una sonrisa aunque estuviera muriendo por dentro.

Una mujer rubia entró a la sala, esta observó que la peliblanca ya estaba despierta por lo que llevó su mano al pecho en señal de alivio.

Melissa: Despertaste, me alegra tanto que ya lo hayas hecho. Además, creo que ya te diste cuenta lo de tu brazo.

La albina alzó lo que restaba de su brazo y lo puso frente a ella sin cambiar su rostro. Una persona normal hubiera reaccionado violentamente o hubiera llorado por haber perdido algo importante, pero ella no era normal y esto lo miró más bien como una, "Oportunidad"

Eri: Tía, quiero que me hagas un favor.

El pelinegro se encontraba algo confuso pues no sabía lo que la chica quería, pero presintió que se trataría con el miembro que había perdido.

Eri: Tú sabes que no puedo usar el Rewind en mi misma, entonces... ¡Quiero que me hagas una prótesis como la de papá!

La rubia tardó unos segundo en procesar la información, esa chica no se rindió ni por estar en ese estado, ahora pedía un soporte para seguir luchando, era algo realmente de admirar.

Melissa: No puedo hacerlo, no mientras tus padres no den su consentimiento.

Eri: Si les comento esto, dirán que no porque me van a querer alejar de la guerra, sólo hazlo y tomaré toda la responsabilidad.

Melissa: Sé que tus intenciones son buenas pero no puedo hacerlo.

El pelinegro se paró en medio de ambas, dirigió su mirada a la peliblanca y se sentó en la camilla sin decir nada por unos momentos. Ambas querían saber que era lo que estaba apunto de decir, por lo que esperaron unos cuantos segundos.

Kota: Dime, ¿Quieres seguir luchando?

La albina procesó la pregunta por unos momentos, de todo lo que esperaba que comentara, esa pregunta era la más inesperada.

Eri: ¿Enserio preguntas eso? ¡Claro que quiero seguir peleando! No importa lo que tenga que hacer.

Kota: ¿Estás consciente de todo lo malo que pueda suceder? ¿Y que tal vez involucres a personas queridas?

FUEGO Y CREACIÓN ( Izuku × Momo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora