Capítulo 36

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- ¿Entonces todo está listo? - escuché a través del celular.

- Si. Te veo en un rato para ir por él - mi voz salió entrecortada por la carrera que estoy teniendo, recogiendo y acomodando todo para evitar dejar un desastre.

- Vale, paso por ti a la 1 pm - comento antes de colgar.

Terminé de arreglar mi ropa y cerré la maleta. Un vistazo general a la habitación me permite apreciar mi éxito.

- ¿Necesitas ayuda? - escuché la voz de Kennet, el cual se encontró en el marco de la puerta.

- No... Lo tengo todo - comenté observando la maleta y bolsa - creo.

- ¿Cepillo?

- Ya.

- ¿Ropa suficiente?

- Sip.

- ¿Higiene personal?

- Ajam, todo bien - giré a verlo mientras recargo mi peso en la maleta - Lamento no habértelo comentado antes, sé que tenías planes para nosotros.

- No te preocupes, es mejor que vivas tranquilamente por un tiempo más - le restó importancia mientras se acerca y toma asiento a mi lado - ¿Estás nerviosa?

- Un poco... Nunca he ido a un viaje así ¿Sabes?

- ¿Así sola o así con un chico? - sus ojos brillaron con diversión.

- Ambas - aparte la mirada en cuanto me sentí sonrojar - dormiremos en cuartos separados, no te preocupes.

- Yo no estoy tan preocupado como el resto - tomo mis manos - te conozco. No harás nada que sientas incorrecto o que no te convenza.

- Gracias por la confianza - lo abrace y me deje apapachar.

Desde que decidimos dejar que fluyera nuestra relación como futuros parabatai's, me siento más fuerte, mucho más conectada con él.

- Vamos - se separó y tomo la maleta - hay que decirles antes de que te vayas, para que programen la ceremonia.

Mis nervios salieron a flor de piel, insegura por lo que dirá la comunidad de cazadores. Para este tipo de ceremonias, es costumbre hacer festividades cada año en celebración a los nuevos parabatai que se forman, todo en grande: votos, comida, baile.

Kennet y yo salimos de mi recámara y avanzamos por el pasillo, dónde encontramos a Tobías bastante molesto.

- Ya te dije que no Hillary - contesto a través del teléfono - no me interesa quien sea... Y no, eso tampoco está a discusión.

- Está hablando con una chica con la que ha tenido un par de citas - susurró Kennet al pasar frente a él. Le hizo una señal para que bajara en cuanto terminará - pero ella quiere hacerlo formal y decírselo al mundo.

- Pobrecita... Tener que soportarlo tanto tiempo - susurré de igual manera - ¿Quién es?

- ¿Conoces a Hillary Wilds?

- ¡¿La modelo?! - casi me atraganto.

Hillary Wilds, una de las más famosas modelos del mundo: alta, pelinegra y envidia del 80% de las mujeres. Sus rasgos son mixtos, pues viene de padre británico y madre coreana, fue bendecida por los cielos y obtuvo lo mejor de ambas razas.

- En realidad me da igual... ¿Sabes qué? lo mejor es dejarlo aquí - Tobías colgó y se acercó hacia nosotros - ¿Lista?

- No frunzas tanto el ceño – le dije, pasando los dedos sobre su frente - o se quedará arrugado.

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