Capítulo 25

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Después de esa amena plática de amenazas con la menor de los Hondmall tuve que sacar mi lado diplomático y terminar con la velada. Se habían quedado hasta tarde "haciendo planes y poniéndose al corriente", ambas aparentamos que nada había sucedido sin embargo notaba como Hanna se moría por saber. Cada tanto iba al baño para mojarme la cara y dar grandes respiros.

Cuando finalmente se fueron me di la vuelta y entre a mi habitación sin decir nada.

°°°

Varios días habían pasado desde ese momento. Kennet era el único de los hermanos que parecía percatarse de mi constante alerta ante cualquier cosa y progresiva ansiedad.

Gerard estaba al corriente de todos los sucesos, por lo que actualmente nos encontrábamos haciendo una lista de las personas sospechosas, sin embargo, no nos podíamos limitar a pensar que solo eran un cazador de sombras.

- Oye, necesito que me cubras - lo mire mientras escribía el número 6 en nuestra libreta de "gente en la que se puede confiar".

- ¿Por? - cuestionó sin mirarme. Él estaba haciendo una lista de la gente sospechosa, su mano llevaba una velocidad constante desde hace 15 minutos y al observar el libro iba en el número 365.

- Quedé de verme con alguien, un hombre lobo para ser exactos.

- ¿Y qué quieres que diga? - no sabía si me estaba tomando el pelo o realmente quería que le dijera todo.

- No sé, inventa algo... Solo necesito que me cubras por un par de horas. Iré a hablar con él y regreso - eran las 10 de la mañana, por lo que debía salir pronto.

- Lo haré si me traes una rosquilla y un Bubble te cuando regreses - dijo mientras dejaba de escribir para prestarme atención.

- Bien... - cerré el cuaderno y se lo di - eres un aprovechado.

- ¿Ya te vas? Pensé que sería otro día - agitó los dedos y ambos cuadernillos desaparecieron.

- No... Es ahora. Así que nos vemos al...

- ¿A dónde vas? - cuestionó Ender entrando a la biblioteca.

- Yo... - carajo, ¿Qué hice para que todos mis planes sean descubiertos? Si es una especie de karma, ya lo estoy pagando.

- Nosotros saldremos a hacer las compras - intervino inteligentemente Gerard - ¿Se te antoja algo?

- ¿No acaban de ir a hacer las compras nuestros padres hace 2 días? - me miro fríamente. Sabía lo que estaba pensando.

- Si, pero olvidaron traerme algunas cosas... De chicas, tú sabes: toallas, tampones, pastillas para los cólicos. Katy no trajo las suficientes - sonreí al ver su cara.

- Bien, entendí. Vayan con cuidado - ambos salimos tranquilamente y soltamos una carcajada.

- Si no fuera por mi maravillosa personalidad e inteligencia estarías en un estanque - dijo mientras bajábamos - no sé cómo has sobrevivido sin mí todo este tiempo.

- Lo estaba haciendo bastante bien hasta que entre a todo esto - comenté con ironía.

Entramos a su auto y partimos hacia el parque botánico.

- Recuerda marcarme para que venga a recogerte, iré a comprar tus cosas - se despidió.

- Seguro, por favor que sean las de color azul con alas - sonreí para bajar del automóvil.

- Bien - giro los ojos - procura no tardarte porque se verá muy sospechoso - aceleró y desapareció en la calle.

Al irme acercando a la entrada note que el chico se encontraba ahí, con las manos en los bolsillos y balanceándose en sus tobillos.

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