Capítulo 5

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- ¿Qué me hicieron? - susurré, volteando a ver mi brazo.

Tiene una marca extraña en forma de una E cursiva alargada en la parte final y atravesada por un bastón.

- Se llama Iratze, es una runa de curación; ayudará con tu dolor por el momento - dijo Perseus, alejándose de mí.

- ¿Te sientes mejor? - Thimoteo acaricio mi cabeza.

Me quedé congelada. Apenas los conozco y me siento cómoda con ellos.

Creo que después de todo, si necesitaré ir con un psicólogo, o mejor aún, con un psiquiatra.

- Amm s-si todo bien, gracias - Ambos asintieron - Disculpa Thim...- el mencionado me miro, esperando que continuará - ¿Qué quieren de mí?

Vi la duda en sus ojos, me mira y voltea la cara hacia Perseus. Justo cuando estaba a punto de hablar, entraron mis padres con mis amigos.

- ¡Cariño, estás despierta y te vez mucho mejor! - dijo papá, pasándome el desayuno.

- Sr y Sra Sean, nosotros nos vamos... Tenemos que ir a la escuela - Jason se despidió - ¡Ahh! Te veo después Atenea -me miro y sonrió.

- ¡Nos vemos! - grito Tamara desde la puerta y me regaló una sonrisa.

Volteé a mirar a Perseus cuando me habló, pero no lo vi mover los labios.

- Nos iremos en cuanto abran la puerta, Jace y Daemon te esperarán en casa. Te veremos en 3 días.

Tal y como dijo, salieron en cuanto entro el doctor y esa misma tarde salí, lo atribuyeron a una gripe muy agresiva. Daemon y Jace estaban esperándome en casa, pero no estuvieron mucho tiempo, simplemente fue una conversación unilateral de "nos veremos pronto, no hagas nada estúpido".

Al siguiente día todo regreso a la aparente normalidad, mis hermanos están bien, mamá y papá hacen sus actividades regulares. Ahora me encuentro en clase de biología, viendo a través de la ventana, apreciando a los jugadores vecinos de fútbol americano. Me encanta ese juego: la acción, la fuerza, la brutalidad de los golpes... Es decir, sé que es un juego peligroso y puede ser letal, pero me atrae de una manera auténtica.

- Señorita Sean, ¿Me escuchó? - pregunto la profesora.

Miré al frente y sonreí.

- Por supuesto... - de reojo vi a Jason, el cual solo reía por lo bajo. Golpeé su mano y me giré hacia él - sólo que no me puedo concentrar porque mi compañero no deja de molestar.

El desgraciado dejo de sonreír, sólo me vio con sus típicos ojos analíticos.

- ¿Señor Dromin? - Mi amigo giro la cabeza y negó.

- No hice nada.

- ¿No? Porque claramente escuché como te quejabas de la clase.

Enarco una ceja y apretó los labios. Ambos sabemos que uno tendrá que ceder y no seré yo.

- Jajaja, lo dudo. Después de todo, a mi sí me interesa tener un futuro. Profesora, puede continuar.

- Jóvenes...

- ¿Tener un futuro? Tú visión de vida es tan corta que dudaba que conocieras el término.

- ¿Y tú? Ni siquiera sabes que hacer, y últimamente te comportas de manera pesada.

Todo el salón nos observó en absoluta sorpresa, algunos comenzaron a cuchichear.

- Bien jóvenes es suficiente, fuera de mi clase - dijo molesta la profesora.

Ambos agarramos nuestras cosas y salimos.

- Esto es patético - dijo molesto Jason.

- ¿Esto o yo? - respondí irritada - ¿Qué fue eso?

- ¡Como voy a saberlo!

- ¡No es necesario que me alces la voz! ¿Crees que me irrito porque no tengo nada más que hacer? - las palabras me salieron más rápido de lo que pienso - ni siquiera me estoy entendiendo en este momento como para preocuparme por otra persona que no sea yo y mi familia.

- ¿Y yo qué? ¡¿No me consideras como tu familia después de todo este tiempo juntos?!

- ¡¿CUÁL ES TU PROBLEMA?!

- ¡¿Y EL TUYO?!

Nuestras respiraciones se aceleran y quiero golpearlo...

- ¿Sabes que? Estoy fastidiada, te dejare en paz - me doy la vuelta con todo el orgullo que puedo guardar y un coraje atorado a media garganta.

Ese fue el primer día de todos los años que llevamos de conocernos que comencé a evitarlo.

°°°

Así pasaron 2 días más, sigo molesta con Jason.

He querido hablarle, pero lo veo tan sonriente con sus otros amigos en la escuela que decidí no hacerlo.

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