Tres días han pasado desde que llegué, donde solo he estado comiendo y durmiendo, como un oso hibernando. Me he sentido adolorida y en más de una ocasión he presentado fiebre, lo que mantiene a los Morgenstern alerta.
En las noches vienen Kennet, Katy, Luca y/o Gerard para comprobar mi estado físico y mental; curiosamente lo único que descubrieron es que hay algo diferente, algo que a ninguno le permite saber que me está sucediendo exactamente, pues mi mente parece haber generado una barrera automática de aislamiento... o eso escuché.
72 hrs sin poder salir de este cuarto por lo abrumador de mi situación. Estoy desarrollado la habilidad de leer mentes tan claramente, que siento como si me encontrará en una sala llena de gente hablándome al mismo tiempo. Es un martirio.
Coloqué mi vista en el techo y volví a buscar por décima ocasión cualquier imperfección visible: un grumo, una mancha, ralladura...
En conclusión: Aburrimiento en su máxima expresión.
- ¿Puedo? - escuché desde la puerta. Gerard se adentró a la habitación y me miro atento - te vez terrible, incluso peor que ayer.
- Gracias, es mi estado natural - le sonreí con ironía - ¿Ya es hora?
- No, solo vengo a hablar - se mantuvo alejado de dónde estoy y recargo su cuerpo en el mueble de enfrente - ¿Recuerdas la vez que me dijiste que habías encontrados alguien sin olor? ¿Alguien en el bosque? - asentí - estoy cerca de encontrarlo.
- ¿Cómo?
- He estado visitando a algunos... Conocidos. Solo es cuestión de unir puntos, pero no creo que nos guste lo que encontremos.
- Créeme - me acomode mejor en la cama - a estas alturas no me importa si me gusta o no, solo quiero que termine.
- Lo sé. Y de hecho no es lo único...
- ¿Atenea? - llamo desde la puerta Kennet, el cual viene acompañado de Daemon.
- Me voy de casa un par de días y ya te estás muriendo - se acercó el mayor y acaricio mi cabello - genial.
Sin duda no debió tocarme, pues entre a su mente sin esfuerzo.
- No se ve bien.
Pensó antes de empezar a contrastar mi físico de hace unos meses con el de ahora. Me observé a través de sus ojos y sin duda hay diferencias: mi complexión se ha vuelto un poco más delgada, tengo ojeras y no hay brillo en mis ojos.
- ¿Qué debemos hacer?
- Nada - solté en voz alta - ¿Dónde están sus padres?
- Están cubriéndote - dijo Kennet, serio.
Resulta que el cónsul desea verme para ultimar detalles de la salida del viernes, donde podré visitar a mi familia biológica, sin embargo, Luca y Katy están haciendo todo lo posible por aparenta normalidad y evitar una posible problemática potencial.
Me quejé en cuanto sentí como mi mente golpeaba con un objeto.
- Detente - escuché a Gerard regañarme.
Oh... eso es su protección mental.
- Perdón...
- Necesitan saber algo y es urgente - comentó sin miramientos y se acercó - mañana hay luna llena. La mayoría de los hombres lobos sufren un gran dolor en su primera transformación por los cambios que se ejercen sobre su cuerpo, y para nuestra desgracia, es muy probable que tu caso no sea mejor.
- No serán suficientes los métodos tradicionales ¿Cierto? - Daemon apretó los labios.
- Temo que supere incluso su imaginación.
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Los Morgenstern
RandomVolteé a mi alrededor, observé a cada persona y la forma en la que me miran: hay miedo, sorpresa, sarcasmo, enojo y orgullo. Cada miembro de este lugar me considera una amenaza o un medio para hacerse notar. Alcé la cabeza altivamente y aprete los...