Capítulo 50

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- Vamos, vamos - la voz de Katy entro a mi subconsciente - Ender, a la habitación; Tobías, llama a tu padre; Kennet y Thim vienen conmigo.

- Mamá - Thim sonó intranquilo - Kennet no está.

- Arg, ¿Y dónde diantres está?

- No nos lo dijo... Pero se supone que no tarda. ¿Jace?

- BIEN.

Mi respiración se aceleró. No solo es mi cabeza, me siento enferma: dolor de estómago, articulaciones, es como si se contrajeran y expandieran.

- Trata de ayudarla un poco - el sonido de la voz de la madre de familia suena menos clara, como si se distorsionara en agua.

- Le mandaré un mensaje fuego a Kostov y Gerard - Jace se alejó apresurado.

Borrones de sabores, pensamientos e ideas me abordan. Voy a vomitar.

- Aquí - Ender me acomodo en la cama y acercó el bote de basura.

Me convulsione en arcadas, pero nada salió. ¿Tan rápido llegamos a mi habitación?

- End... - me queje y estire mi brazo.

- ¿Qué necesitas? - sus cejas se juntaron sobre los ojos metálicos - Quieres... ¿Una runa?

Asentí y cerré los ojos. La estela beso mi brazo y la sentí arder. ¡Me quema!

- Por el ángel ¡Atenea!

- Arggg... Estoy... - solté aire entre los dientes y entre abrí la mirada - bien...

- Tus ojos.

- Llegué - Kennet abrió la puerta principal - ¿Dónde? ¿Dónde? A ver... piensa.

Abrace mi cabeza. Todo esto hace que quiera arrancar mi cerebro.

- ¿Kennet? – escuche la voz de Tobías desde aquí, está preocupado - ¿Viniste corriendo?

- No precisamente... Estoy tan cansado... – lo sentí mover la cabeza, tratando de despejarse - ¿Y Atenea?

- En la habitación. Permíteme acompañarte. Parece que te desmayarás a la mitad del camino.

Empezaron a caminar hacia aquí. Busque con la mirada a Ender, el cual está escribiendo rápidamente en el móvil.

- Kennet llegó - susurré y él asintió.

- Escúchame - dirigió su mirada a mí y dejando a un lado el teléfono, junto nuestras manos - por más que quiera ayudarte con el dolor, no puedo hacerte dormir otra vez; es posible que tú cuerpo se acostumbré a tener un escape rápido y podrías desarrollar algún trastorno. Tampoco puedo ponerte marcas mientras estés en esta condición, supongo que es porque estas en medio de una transformación o lo que sea...

Asentí enfocando toda mi atención en él. No solo siento su preocupación, sino que es visible; sus ojos están completamente oscuros y la mandíbula esta tan apretada que podría romperse un diente.

- Por favor, no me pidas lo mismo otra vez.

- Descuida, no lo hare - sonreí de medio lado; a sus ojos fue una mueca. - Ender...

- ¿Mmm?

- Necesito que investigues algo por mí - el temblor ha regresado - trata de ser lo más discreto posible y si necesitas ayuda, busca a Daniel ¿de acuerdo?

- Pero... ¿y Kennet?

- Creo que voy a necesitar de este lado a Kennet mucho más.

- Ok. ¿De qué se trata?

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