Super amazona (Supercorp)

61

—Ella es mía, no voy a permitir que me la quites. —Lena tembló al oír ese tono de su novia.
— Kriptoniana, no tienes nada que hacer aquí, no eres bienvenida.
—No pienso quedarme, solo me llevaré a Lena.
—Sobre mi cadáver.
—Será un placer.

Lena y Mon-El se alejaron, el padre de Mon-El se reunió con ellos y se quedaron mirando la pelea.

Kara como era de esperar era mucho más rápida que Rhea, así que la que se pasaba todo el tiempo en el suelo era la reina.

Los soldados empezaron a llegar a la sala e intentaron acercarse a Kara pero Kripto lo impidió, les disparó con su láser.

Rhea se estaba cabreando así que le quitó un arma a su general y se acercó a Kara para clavársela, pero Kara la esquivó, le dio una fuerte patada en la mano y soltó el cuchillo.

Mon-El veía la pelea con fascinación, pero no por parte de su madre, ya que conocía sus métodos y siempre fueron rastreros y tramposos. Estaba mirando a Kara, era muy fuerte, le estaba haciendo sudar a la reina y para Mon-El, era la primera vez que veía algo así.

Rhea cayó al suelo de nuevo y Kara usó su aliento helado para dejarla allí.

—Ríndase de una vez y márchese de mi planeta, sino quiere morir. —dijo Kara.

Lena conocía ese tono, fue el mismo que usó contra Non, significaba que odiaba muchísimo a su oponente.

— ¡Nunca me rendiré y menos contra una Kriptoniana! —gritó, consiguió soltarse del hielo haciendo fuerza hacia arriba. — ¡Te mataré! —se levantó y volvió a atacar a Kara.

Kara había recibido entrenamiento amazónico pero también kriptoniano y era la mejor en las dos luchas, esquivaba los golpes de Rhea, y conseguía golpearla en los francos más débiles, sin que su rival se diera cuenta.

Mientras tanto en la ciudad, Astra y Diana eliminaban a las máquinas, cuando ya no quedaban más ayudaron a los agentes con los soldados.

La gente salía de sus escondites y miraban la pelea, tanto de la diosa y de Superwoman como la pelea de Supergirl. Estaba siendo televisada y ninguna de las dos se enteró de eso.

Kara consiguió herir a Rhea, le partió el labio y la ceja, estaba sangrando.

—Oh no. —dijo Mon-El.
— ¿Qué pasa? —preguntó Lena.
—La sangre de mi madre es kriptonita verde. Se fue inyectando durante años, para superar una enfermedad y la kriptonita era su medicación, pero su sangre cambió a lo que puedes ver.
—Kara tiene un escudo que la protege no te preocupes. —dijo Lena, pero en realidad estaba preocupada, porque si Kara seguía golpeando, se mancharía la mano de kriptonita y sabía que la afectaría porque sería contacto directo y eso el escudo no lo puede cubrir.

Kara siguió pegándole en todas partes, en algún momento le dio un golpe muy fuerte en la cara y se manchó de sangre. Se miró el puño y trató de limpiarse en el traje, pero ya le estaba haciendo efecto. Se estaba mareando, sus poderes se estaban debilitando.

Rhea notó el cambio y sonrió, la atacó y esta vez Kara no pudo esquivarla, ni protegerse.

La pelea cambió por completo, la que pasaba más tiempo en el suelo era ella.

Diana y Astra vieron lo que estaba pasando y se preocuparon, querían ayudarla, pero no podían, la ciudad las seguía necesitando.

Lena se estaba enfadando con esa mujer, primero quiso obligarla a casarse en contra de su voluntad y ahora estaba dándole una paliza al amor de su vida por culpa de la kriptonita de su cuerpo, sin duda para ella eso era trampa. Estaba furiosa consigo misma porque Kara había ido a rescatarla y la estaba viendo como le daban una paliza. Estaba tan pero tan enfadada por no haber impedido nada, por sentirse una inútil ante esa situación.