Super amazona (Supercorp)

37

A la mañana siguiente, Kara y Lena se despertaron a la vez.

—Buenos días. —dijo Lena.
—Buenos días. —dijo Kara con una sonrisa.
— ¿Estás bien? —seguía preocupada.
—Sí, no te preocupes. —dijo Kara, se acercó y le dio un beso en la mejilla.

Se levantaron, Lena fue a preparar el desayuno y Kara a darse un baño.
Cuando Lena empezó a preparar el café, Diana salió de su habitación.

—Buenos días.
—Buenos días.
— ¿Dónde está Kara?
—Dándose una ducha.
—De acuerdo. ¿Cómo está?
—Parece ser que bien.
— ¿Y eso? —estaba extrañada ya que el día anterior vio a su hija destrozada.
—Mmm, tuve ayuda. —dijo Lena sonriendo.
—Ah.

Kara salió ya arreglada y saludó a su madre.

— ¿Dónde está mi tía?
—Se ha ido al D.E.O temprano, ha dejado una nota en la nevera. —dijo Lena sirviéndole el plato.
—Vale.
— ¿Cómo estás? —preguntó Diana.
—Bien, sigo siendo miembro de la Casa de El, pero va haber cambios, voy a dejar de hacer lo que he estado haciendo hasta ahora. Solo actuaré cuando el D.E.O me lo pida.
—Me parece una buena decisión. Ayer tuve una charla con Maxwell Lord.
—Dime que está en una celda haciendo compañía a Lillian. —dijo Lena mientras le ponía un plato delante de Diana.
—No.
— ¿Le has enviado a la Luna?
—No.
— ¿Entonces?
—Nos explicó porqué creó el robot.
—Oh.
— ¿Qué te dijo? —preguntó Kara.
— Él vio que la gente te pedía demasiado, que te estaban utilizando para hacer esos trabajos cuando ya existen personas, profesionales que pueden ocuparse de esos temas. Y la verdad es que tiene razón, yo también lo estuve pensando hace un tiempo. Tú estás para hacer otro tipo de cosas Kara, no para ser policía y bombero.
—Lo sé, pero tampoco quiero que esas personas les pase algo malo cuando yo estoy disponible.
—Kara, para eso les pagan, para poner su vida en peligro. Son valientes, son héroes, ya lo eran mucho antes de que apareciera Supergirl. Está bien que los ayudes, pero debes de entender que les estás quitando trabajo. —dijo Lena.
—No se quejan.
—Por supuesto que no se quejan, tienen la ayuda de Supergirl, saben que no importa que los criminales disparen, tú eres a prueba de balas, eres mucho mejor que un chaleco antibalas. Además de que eres ignifuga, los bomberos les cuesta moverse por todo el equipo que llevan encima para no quemarse. —se quejó Lena.
—Entiendo. Aunque les esté ayudando, también les estoy perjudicando. —dijo Kara mirando su plato.
—Lord dijo que si sigues haciendo eso, el ayuntamiento despedirá a la policía y a los bomberos de la ciudad, ya que te tienen a ti y eres mano de obra gratis. —dijo Diana.
—Tenéis razón, dejaré de hacer eso, excepto si resulta que hay situaciones que ni ellos pueden resolver.
— Como que.
—Un atraco con rehenes, gente atrapada en un edificio en llamas, esas cosas.
—Aaahh, de acuerdo. —dijo Diana suspirando resignada.
— Bueno, no creo que sea cabezonería esto, sino más bien instinto de su Casa, siempre han sido guerreros, no se les puede pedir otra cosa. Se han pasado toda la vida ayudando a los demás. —dijo Lena.
—Tienes razón. —dijo Diana.
— Como he dicho, dejaré de hacer eso. Ayer vi que no sirve de nada arriesgar tanto, por gente que no te quiere.
—Lord dará una rueda de prensa, se disculpará por todo. —dijo Diana.
—Ya, pero no es suficiente.
—Pero el problema ahora es que hay gente haciendo negocio con tu emblema. —dijo Diana.
— ¿Qué? —preguntó Kara.
—El traje del robot, era un disfraz que Lord compró en una tienda, además nos ha dicho que hay muchos objetos además de ropa con tu emblema.

Kara y Lena se la miraron sorprendidas.

—Eso...
—Hay que hacer algo al respecto. —dijo Lena.
—Por desgracia no podemos prohibirles, algo sobre el libre comercio.
—Maldición.
— ¿Cuándo es esa rueda de prensa? —preguntó Kara.
—No lo sé, dijo que era hoy. —dijo Diana.
— ¿En qué piensas? —preguntó Lena.
—Aprovecharé eso para pedir a los comerciantes que dejen de venderme. —dijo Kara.