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—Ahora que estamos todos juntos, ¿Por qué no celebramos el compromiso de Barry y Caitlin? — dijo Kara.
—Es una buena idea, necesitamos festejar. —dijo Mick.
—Pues cambiémonos y salgamos por ahí. —dijo Barry.

Todos estaban contentos, querían celebrar que habían acabado con un enemigo poderoso y que la ciudad estaba a salvo. Y la excusa para celebrar eso era celebrar a la vez el compromiso de dos miembros del gran grupo de súper héroes que había.

Fueron a un bar, como eran muchos, juntaron varias mesas y después pidieron algo de beber. Excepto, Lena, Diana, Astra y Alura, todos los demás pidieron cerveza. Ellas cuatro, vino tinto. En cambio Kara y Donna preguntaron si tenían hidromiel, pero al recibir una negativa, pidieron zumo de manzana.

Diez minutos después todos tenían su bebida en la mano, Kara se levantó y todos la miraron esperando.

—Hoy es la primera vez que nos reunimos todos para una celebración y la verdad es que sienta muy bien, porque es una muestra de que somos amigos y no solo colegas o compañeros. —todos sonrieron ante eso. —hoy celebramos, ya que podemos y estamos todos... el compromiso de dos de los nuestros, dos personas amables, valientes, simpáticos. Estoy feliz por vosotros, os deseo lo mejor del mundo y que seáis muy felices juntos. Por Barry y Caitlin.
—Por Barry y Caitlin. —levantaron todos su bebida ante ellos y bebieron.

Kara se sentó y todos empezaron a hablar, se ponían al día ya que se veían muy de vez en cuando.

—Hija, tus amigos son increíbles. —dijo Alura.
—Si que lo son. Son fantásticos.
—Yo estoy impresionada, me recuerdan a la liga de la justicia. —dijo Diana.
—La diferencia es que ellos me aceptan. —dijo Kara a su madre.
—Tienes razón.
—¿Batman sigue sin aceptarte? —preguntó Lena con el ceño fruncido.
—No, pero no me importa. —dijo Kara.
—Es un marginado, no le hagas caso, en realidad no le cae bien a nadie. —dijo Donna.
—Ya, pero sigue siendo un miembro importante en la Liga, y es compañero de mamá, quisiera al menos tener un poco de respeto, no pido nada más. —explicó Kara a Donna.
—Tienes razón.
—No pensemos en él, es un momento de alegría, de celebración. —dijo Lena.
—Es  verdad. —dijo Kara sonriendo. Se cogieron de la mano y se miraron a los ojos.
—Ejem, ejem. —Oliver tosió para llamar la atención. —Quiero decir algo. Conozco a Barry desde hace mucho tiempo, es un buen hombre y veo que seguirá siéndolo si Caitlin está a su lado. Los dos son muy buenos amigos nuestros, los dos se aman, los dos han pasado situaciones dolorosas solos, pero ahora se tienen mutuamente y se apoyan, son un buen equipo, no son Killer Frost y Flash, no, son Barry y Caitlin. Espero y deseo que esta unión sea para siempre, quiero ver dentro de 10 años ese brillo de amor en vuestros ojos y más cuando os miráis. Os deseo lo mejor y que vuestro matrimonio sea muy fuerte, como lo es el mío con Felicity. Salud para la pareja. —todos brindaron de nuevo después de ese discurso.

Pasaron un buen rato en el bar, muchos de ellos se habían tomado varias cervezas e iban un pelín demasiado alegres. Las leyendas fueron las primeras en irse, querían descansar antes de continuar con su misión. Después se fueron el equipo de Oliver, menos mal que iban a irse en tren, John estaba un poco pedo.

El equipo Flash y el equipo Super se fueron todos al laboratorio S.T.A.R para despedirse.

—Cuando sea la boda, espero que podáis venir todas. —dijo Barry.
—Por supuesto, ¿pueden venir tres personas más? —preguntó Kara.
—¿Quién quieres que vengan? —preguntó Lena.
—Alex, Sam y Ruby.
—Oohh.
—A parte de Alex, ¿Quiénes son Sam y Ruby? —preguntó Barry.
—Sam es mi hermana biológica y como es de suponer Ruby es mi sobrina.
—Oooh, en ese caso por supuesto. —miró a su novia y ella asintió sonriendo.
—Nos encantaría conocerlas. —dijo Caitlin. —Además quiero conocer a Alex, parece que nos llevaremos bien.
—¿Cómo lo sabes? —preguntó Lena.
—Barry me contó lo que te pasó y que ella te ayudó además de Kara y Astra.  Me lo contó después de conoceros a las tres.
—Si, Alex es médico y bioingeniera. —dijo Lena.
—Ves, nos llevaremos de fábula. —dijo Caitlin sonriendo.
—Será un placer asistir a vuestra boda. —dijo Diana.
—Os esperamos. —dijo Barry.

Se abrazaron y después Cisco abrió el vórtice y todas las supers volvieron a Tierra-38.

Volvieron a casa, Lena llamó a Sam para decírselo, pero antes miró el día en que estaban desde el móvil.

—Eso ha sido una pasada. —dijo Donna feliz, Diana solo sonreía al ver a su hermana de esa manera.
—Ha sido interesante. —dijo Alura.
—Es cierto, es increíble que nosotras tengamos la suerte de conocer el multiverso. —dijo Astra.
—Zor-El si lo supiera estaría celoso. —dijo Alura.
—Y no solo él.
—Es verdad.

Kara salió de casa para ir al buzón, sabía que cuando no estaban en su mundo, el tiempo pasaba más deprisa, así que quería saber cuanto tiempo habían estado fuera esta vez.

¿Diga?
—Sam, soy Lena.
Hola Lena, por lo que oigo, ya habéis vuelto.
—Si, ¿Cómo ha ido por la empresa?
—Todo normal, aunque hace unos días Maxwell Lord vino para hablar contigo, le dije que no estabas.
—Oh, ¿te dijo que quería?
—No, solo que llamaría la semana que viene para ver si habías vuelto. Le dije que estabas en un viaje de negocios.
—Gracias. —sonrió.
—¿Cómo ha ido?
—Bien, hemos resuelto el problema.
Me alegro.

En ese momento Lena escuchó algo de fondo y sonrió.

—¿Alex está ahí?
Si, ha venido a cenar y ahora esta ayudando a Ruby con los deberes.
—Veo que os va bien.
Si, es maravillosa y Ruby la quiere.
—Me alegro mucho por ti. También tienes derecho a ser feliz.
Como no voy a serlo, tengo una novia maravillosa que no solo me quiere a mí, sino también a mi hija. Además que conozco a mi verdadera familia y sé quien soy. Tengo que estar feliz.
—Lo sé, sé como te sientes.
Bueno, Lena, te dejo, nos vemos el lunes.
—Buenas noches Sam.
Saluda de mi parte a mi familia.
—Lo haré.
Adiós.
—Adiós. —colgó y miró a las demás que seguían hablando. —Saludos de parte de Sam. —dijo Lena mientras se acercaba a ellas.

Alura sonrió al oír eso.

—¿Cómo le ha ido a mi hija?
—Muy bien, hice bien en darle el puesto. Las veces que me he ausentado por mucho tiempo, ella ha sabido llevar las riendas de la empresa.
—Me alegro.
—Hermana, si quieres mañana podemos ir a verla y de paso conoces a Ruby. —dijo Astra.
—Oh, eso estaría bien.

Kara volvió con el correo en la mano y lo dejó en la encimera de la isla. Lena se acercó y vio las cartas.

—Vaya, parece ser que esta vez no hemos estado tanto tiempo fuera.
—No.

Kara miró la hora y supo que era hora cenar.

—Familia, es hora de cenar, ¿queréis pizza?
—Vale, es muy tarde para hacer algo. —dijo Diana.
—Bien. — sacó el teléfono y marcó el número de la pizzería y pidió diez pizzas.

Super amazona (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora