Super amazona (Supercorp)

59

Se fueron a la habitación para coger las cosas e irse al baño de palacio. Cuando llegaron, Lena se sorprendió al ver lo grande que era, se desnudó y dejó las cosas a un lado y cogió una toalla, Kara hizo lo mismo. Se lavaron entre las dos y después se metieron en la bañera, disfrutaron el momento ya que estaban solas en el lugar.

Kara se relajó al sentir el agua caliente en su cuerpo, Lena se acercó a ella y se apoyó en su pecho.

— ¿Estás bien? —preguntó Lena.
—Sí. —acercó más a su novia colocándola delante de ella y la abrazó.

Lena sonrió y echó la cabeza hacia atrás para apoyarla en el hombro de Kara y sintió el tacto del pecho de la kriptoniana.

—Mañana pasearemos por la ciudad y por la tarde me gustaría llevarte a un lugar.
—De acuerdo.

Disfrutaron un poco más de esa agradable soledad y después salieron del agua, no querían encontrarse con ninguna otra mujer desnuda, sobre todo porque ellas eran muy tímidas en público.

Se secaron y se vistieron y después fueron a su habitación a descansar un poco. Cuando abrieron la puerta, dejaron salir a Kripto que salió disparado, tenía ganas de salir, entraron y cerraron para tener intimidad.

Lena se acostó y Kara se acostó al otro lado de la cama, se acercaron al centro y se abrazaron, se durmieron en seguida.

A la mañana siguiente se levantaron y se vistieron, las dos se pusieron ropa amazónica y salieron de la habitación.

Fueron al comedor y vieron a la reina y a Antíope sentadas desayunando.

—Buenos días. —dijeron las dos.
—Buenos días. —dijo Hipólita. — Te veo mucho mejor Kara.
—Gracias, es que lo estoy.
—Me alegro.

Las dos se sentaron y se pusieron algo de comida en el plato, en ese momento apareció Astra con Kripto.

—Buenos días a todas. Kara, Kripto ha dormido conmigo después de que cenáramos, sabía que no le abrirías, ya que no te uniste a nosotras.
—Gracias tía y lo siento, es que estaba muy cansada.
—Lo sé, esa sería la única razón del porque te saltaste una comida.
— ¿Y Diana? —preguntó Lena.
—Ahora vendrá, ha ido a visitar al templo de Zeus. —dijo Hipólita.
—Ha ido a saludar a su padre. —dijo Antíope.
—Oh.
— ¿Qué vais hacer hoy? —preguntó Hipólita.
—Voy a llevar a Lena a conocer la ciudad.
—Me parece un buen plan.
— ¿Y tu, Astra? —preguntó Antíope.
—Diana me ha dicho que podría visitar la biblioteca, así que me quedaré un rato allí conociendo un poco más este mundo.
—Oh, si quieres después te acompaño. —dijo Hipólita.
—Gracias.
—Creo que va haber otra persona que se lea todos esos libros. —dijo Antíope a su hermana.
—Bueno, así Kara no será la única.

Después de desayunar, Kara y Lena se fueron con Kripto. Hacía un esplendido día para pasear por la ciudad.