Super amazona (Supercorp)

71

Kara, Lena y Mon-El estaban paseando por las calles de la ciudad.

—Es preciosa. —dijo Lena.
—Y real. —dijo Kara recordando el sueño.
—Sí, pero lo que vi en ese sueño, me gustó mucho, se nota la diferencia. —explicó Lena.
—Porque Argo se encontraba en Kriptón. —dijo Kara.
—Habéis pasado por muchas cosas antes de mi llegada. —dijo Mon-El.
—Sí. —dijeron las dos.

En ese momento se les acercaron tres hombres armados, no los estaban apuntando, pero no querían oponerse en seguirles, por los civiles y porque no tenían sus poderes.

Los llevaron a la sala del Consejo, Kara sacó su reloj del bolsillo de su traje y le envió una señal de localización a su madre.

Alura estaba haciendo la cena con la ayuda de Alexa. Lara ponía la mesa cuando vio la luz en el contestador, se acercó y apretó el botón.

—Coordenadas de Kara Zor-El, 4525412 N- 4856234 E.
—Que raro, eso es el Consejo. —abrió mucho los ojos y avisó a su cuñada.
— ¿Qué pasa? —preguntó Alura.
—Kara tiene problemas, ha enviado una señal sobre su localización.
— ¿Dónde está?
— Con el Consejo.

—Tu y Alexa terminad la cena, vuelvo enseguida. —salió de la casa corriendo.
— ¿Qué sucede? —preguntó Alexa.
—Parece ser que el Consejo ha enviado a buscar a Kara.
—Eso quiere decir que Kal, no ha conseguido convencerles sin la presencia de su prima.
—Eso parece. Alura a ido ha ayudar, espero que todo salga bien.
—Por lo que he visto de Kara, es una joven muy inteligente, sabrá cómo salir de esto.
—Yo también lo espero, porque por lo que he oído de ella, es algo volátil en algunas cosas y más si se trata de su familia.
—Es comprensible, nadie puede discriminarla por ello. —dijo Alexa.
—Es cierto.

Las grandes puertas de oro se abrieron, entraron los guardias seguidos de Kara y los demás.
Antes de que se cerraran, Alura se coló y se colocó al lado de Mon-El.

— ¿Qué hacemos aquí? —preguntó Kara.
—Señorita Zor-El, cuanto tiempo.
—Lo siento señor, pero no lo conozco de nada. Jamás lo he visto.
— ¿Por qué han obligado a traer a mi prima? —preguntó Kal-El.
— Ella te pidió algo Kal-El por eso estás aquí. No habrías venido corriendo en tu día libre. —dijo uno de los ancianos.
—Si, quería un permiso para poder cumplir con una misión. Eso no afecta para nada en la ciudad y a nuestros conciudadanos.
—Claro que si, no puede venir aquí queriendo acabar con una secta que no existe. —dijo una mujer.
—Si que existe. —dijo Kara. —me he enfrentado a una Worldkiller llamada Reign, he acabado con la líder de la secta de Lillith. Además sé de primera mano que hay más personas de esa secta ya que controlaban a la Worldkiller. —dijo Kara.
—No tienes pruebas.
—No sabía que tuviera que demostrar nada. Al fin de cuentas mi deber es proteger a la gente. No importa si es del mundo en el que vivo o de mi propia gente.

Se quitó la túnica y todos se quedaron mirando su traje, Kal-El la miró sorprendido.

—En el mundo del que vengo, soy un superhéroe y me llaman Supergirl. La Worldkiller tenía la orden de acabar conmigo. —miró a la mujer. —y sé que fue usted.