Super amazona (Supercorp)

96

Dejó el collar en la mesa y se levantó, las dos se acercaron al sofá y se sentaron.

—He pensando en relegar un poco de trabajo como CEO y poder estar más tiempo en el laboratorio.

—Entiendo. ¿Has pensado en alguien?

—Alura.

—Mmm, no sé, hace poco que está en la Tierra, aún no sabe del todo las costumbres de este planeta y menos cómo funciona el trabajo aquí.

—Pero tiene dotes de liderazgo. No dejará que nadie la pisotee. Además no estará del todo sola, yo estaría con ella en las reuniones, igual que tu.

—Háblalo con ella, porque no es científica y tampoco es relaciones publicas. Ha sido jueza, política y jefa de seguridad.

—Lo sé. Hablaré con ella.

—Bien.

Estuvieron un rato más hablando de la empresa, de la boda y de su futuro.

En otra parte de la ciudad, había un hombre hablando con otro hombre vestido de negro.

—Ya sabe qué hacer.

—Por supuesto, ¿Cuándo recibiré el pago?

—Cuando me entere que el trabajo está hecho.

—De acuerdo. —el hombre de negro se marchó.

—Pronto te reunirás al infierno junto con tu familia Lena Luthor. —dijo mientras ponían una sonrisa siniestra.

Kara y Lena comían tranquilamente en la oficina, como todos los días. Mientras en la oficina de Sam, estaban madre e hija mirando por internet sobre las costumbres irlandesas en sus bodas. Nadie sospechaba nada, nadie sabía lo que estaba por pasar.

Cuando terminaron de comer, Kara tenía que volver al laboratorio, así que Lena y ella se levantaron del sofá, se abrazaron y se besaron.

En la azotea del edificio de enfrente se encontraba el hombre misterioso contratado. Tenía en su poder un rifle de francotirador, lo preparó rápidamente, se colocó y miró por el visor y esperó para disparar.

Kara miró al frente al notar un reflejo del sol, usó su súper vista y vio lo que pasaba.

Todo sucedió muy rápido, el francotirador disparó, Kara empujó a Lena a un lado y la bala atravesó el ventanal y después le dio a Kara.

Se sorprendió que la bala la impactara, hasta que se dio cuenta que era kriptonita.

Lena al oír el disparo se quedó en el suelo, pero cuando vio a su novia, a la chica de acero en el suelo y sangrando, se acercó a ella gateando.

Jess escuchó el jaleo y entró en la oficina.

— ¡Kara! ¡Kara aguanta! —gritó Lena desesperada.

Jess llamó inmediatamente a Sam y le dijo lo que pasaba.

Sam y su madre fueron corriendo a la oficina de Lena y vieron el panorama, las dos estaban de piedra, no sabían cómo actuar. Kara, Supergirl, estaba en el suelo sangrando y con los ojos cerrados, Lena estaba taponando la herida con las manos para que no sangrara más.

Entonces Sam reaccionó al ver a su mejor amiga tan rota, miró a su alrededor para saber que había pasado.

—Llama a Alex inmediatamente y dile que venga aquí con la tía Astra. —dijo Sam a su madre.

—De acuerdo. —sacó el teléfono de su bolsillo e hizo la llamada.

Sam miró al otro lado y vio un hombre recoger y marcharse. Estaba muy furiosa, salió por el balcón volando y aterrizó delante del hombre.