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Llegaron a casa, la primera en entrar fue Kara con Alex y después dejó entrar a Kripto.

Alex se sentó en el sofá y vio a Ruby con la boca abierta.

— ¿Ese perro estaba volando? —preguntó Ruby.
—Sí. —dijo Alex como si nada.

Kara y Kripto fueron a la cocina, Kripto se sentó y Kara sonrió ante eso.

—Lena, quiero presentarte a Kripto.
—Hola Kripto. — se arrodilló. —soy Lena.

Lena extendió la mano y el perro puso una pata en ella, Lena se sorprendió.

—Es muy listo. —dijo Kara.
—Ya lo veo. —miró a Kripto. —Bienvenido a la Tierra.

Se soltaron y Lena se levantó, fue a la cocina a por la comida del perro.

—Cuando me has dicho que teníamos perro, he ido a la tienda de animales y compré algo de pienso para estos días. El lunes deberíamos comprarle todo lo demás.
—Bien, gracias. —dijo Kara.

Lena llenó el comedero y lo dejó en el suelo, después puso agua en el bebedero y lo dejó al lado del otro.

Kripto se acercó y olisqueó, después se puso a comer.

—Parece que le gusta. —dijo Kara.
—También es posible que estuviera hambriento. —dijo Alex.
—No creo, en Kriptón su comida sabía a cartón así que ahora debe de estar disfrutando.
— ¿Cómo sabes que sabía a cartón? —preguntó Sam.

Kara la miró y se sonrojó.

—La probé.
—Para que pregunto. —dijo Sam poniendo cara de asco.
—Hey, era una niña y me gustaba explorar.
—Eso no ha cambiado mi amor. —dijo Lena.
— ¿El que, lo de que sigue siendo una niña o lo de explorar? —preguntó Alex.
—Lo de explorar.
—No soy una niña, tengo 49 años. —nadie dijo nada, solo la miraron.

Lena sabía que Kara era mayor, pero no había echado cuentas para conocer su edad real, hasta ahora.

—Lena, estás saliendo con una mujer de mediana edad. —dijo Sam.
—Sí, pero es hermosa y no los aparenta.
—Envejecemos muy lentamente. Además que los 49 años es mi edad cronológica, pero biológicamente tengo 22 años.
—¿Cómo es eso? —dijo Ruby.
—Bueno es complicado de explicar. No llegué a la Tierra en el tiempo que tenía que ser, tarde mucho más. Mi nave quedó varada en un lugar donde no pasa el tiempo y la nave me mantuvo en estado criogénico durante años.
— ¿Kripto le pasa igual? —preguntó Lena.
—No lo sé, no sé donde ha estado. Pero puedo decirte que aquí vivirá muchos años más que un perro normal.
—Vaya un perro que no enferma nunca y que no puede morir. —dijo Sam.
"Si puede morir, igual que yo. Si usan kriptonita en nosotros". —pensó y miró a Lena, ella entendió esa mirada y se acercó a ella.
—Le haré un escudo como el tuyo, no te preocupes. —dijo Lena en su oído, Kara sonrió y asintió.

Después de que Kripto comiera fue directo al dormitorio de Kara, se sentó delante de la puerta esperando que le abrieran.

—Tiene sueño. —dijo Kara mientras se acercaba a él, abrió la puerta y Kripto se subió a la cama.
— ¿Cómo ha sabido cual es tu dormitorio? —preguntó Ruby.
—Su olfato es más agudo que el de un perro de la Tierra, él conoce mi olor. —dijo Kara.
—Ah.
—Será mejor irnos a dormir. —dijo Sam.
—Es cierto. —dijo Alex estirándose en el sofá.

Se levantó y fue al despacho, Lena fue a su habitación a por algo de ropa de cama para Alex.

Kara guio a Sam y a Ruby a la habitación de invitados.

—Ruby, ¿no tienes nada que decir? —preguntó Sam.
—Emm, yo... lo siento mucho por todo lo que te dije. —se notaba verdaderamente arrepentida.

Super amazona (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora