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Madre e hija fueron a las boutiques de Nacional City, después de estar toda la tarde yendo de un lado a otro, al final consiguieron sus vestidos.

Casi era la hora de cerrar en L-Corp, Kara fue como Supergirl y recogió a Lena para ir a casa.

Esa mañana hablaron de que Lena viviría con ella para que estuviera más segura y la CEO no puso pegas.

En vez de entrar por la ventana del apartamento, Kara aterrizó en el callejón de al lado y se puso las gafas, después entraron en el edificio como si nada. Kara fue al buzón a por el correo y se encontró con un anuncio de un piso en venta en su apartamento, se extrañó encontrarlo así que fue hablar con el portero que vivía ahí. Tocó el timbre y poco después se abrió la puerta.

—Buenas noches, señorita Prince.
—Buenas noches, siento molestarlo, pero he encontrado esto en mi buzón. —le enseñó el papel.
—Ah sí, el propietario de enfrente suyo, quiere vender su piso, antes de anunciarlo por la red o que una agencia se la adjudique, ha pensado en avisar a todos los vecinos, por si les interesaba el ático.
—Entiendo, muchas gracias.

Se reunió con Lena que la esperaba en el ascensor.

— ¿Qué pasa?
—Esto. —le dio el papel.
—Mmm, interesante.

Llegaron al apartamento y Kara dejó el correo en la mesa, se acercó a su madre que estaba en el salón cenando y la besó en la frente.

—Hola chicas. —dijo Diana después de tragar. —He guardado vuestra cena en la nevera.
—Gracias mamá.
—Gracias señora Prince.
—Lena, no soy señora, no estoy casada. —dijo Diana mirándola con el ceño fruncido.
—Dile señorita. —dijo Kara.
—Perdón. —dijo Lena sonrojada.

Fue al dormitorio para cambiarse de ropa, Kara hizo lo mismo y después fueron a la cocina a prepararse la cena.

—He pensado que podría comprar el piso de enfrente. —dijo Lena.
— ¿Por qué? —preguntó Kara.
—Bueno, este piso es espacioso, pero no cabemos tantos, tu tía tarde o temprano querrá recuperar su dormitorio.
—Lena, te traje a aquí para protegerte, de que me sirve hacerlo si no estás. —dijo Kara.
—Kara, estaríamos puerta con puerta, podrás protegerme igual.
— ¿De qué habláis? —preguntó Diana apagando el televisor.
—El vecino de enfrente vende su casa. —dijo Kara.
—Entiendo. ¿Por qué no dejas que Lena lo compre? no le veo el problema. —dijo Diana.
—Mi idea era que Lena se quedara aquí conmigo y que el otro piso se lo quedara mi tía.
— ¿Echarías a tu tía de esta casa? —preguntó Lena sorprendida.
—No, claro que no. Pero es que ella nunca he tenido una casa propia, en Kriptón o vivía en casa de mis padres o en el cuartel. Después vivió en Fort R'ozz, no es un bonito lugar para vivir.
—Entiendo que quieras a Astra tanto como para regarle una casa, pero ¿Qué pasa con Lena? tiene también derecho a tener su propio hogar. Además seguirá estando protegida, estás al frente con el súper oído siempre activado. —explicó Diana.

Kara no sabía cómo hacerles entender que no quería arriesgarse tanto, casi había estado a punto de perder a Lena, no quería darle más oportunidades a Lillian y los suyos. Sabía que Lena querría tener su intimidad y privacidad, pero no sabía qué hacer.

Lena vio preocupación y tristeza en la cara de Kara y no le gustaba verla así, se sentía mal por haberla puesto de esa manera, sabía que la heroína se preocupaba mucho por ella y se lo agradecía, pero no quería ser una molestia por tiempo indefinido. Saber que la casa de enfrente estaba en ventana, le daba la oportunidad que estar cerca de Kara y conservar su espacio. Se había pasado toda su vida sola, así que se le hacía muy raro compartir casa.

—Mira, hagamos una cosa, compro el apartamento de enfrente, hacemos una reforma grande uniendo los dos pisos ¿Qué te parece?
— ¿No será un poco complicado eso? —preguntó Diana.
—No, habrían cuatro dormitorios, una amplia cocina, el salón comedor y puede que un despacho. —explicó Lena.
—Sería cambiar toda la distribución. —dijo Diana.

Super amazona (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora