Super amazona (Supercorp)

97

Las amazonas prepararon un banquete para Kara por orden de la reina. Lena ayudó a Kara a sentarse y enseguida empezó a comer, estaba hambrienta y esperaba recuperar un poco de energía.

Mientras tanto en Nacional City, el D.E.O estaba buscando pruebas en contra de Morgan Edge, algo que demostrara que había contratado al asesino a sueldo, pero no había nada, ni videos de seguridad, nada.

Astra empezaba a frustrarse como su sobrina, respecto a ese hombre.

—Es muy listo. —dijo sin más.

—No lo es tanto, Kara es mil veces más lista que él, estoy segura que cuando se recupere irá detrás de Edge. —dijo Alex.

—Eso espero y me refiero a la parte de que se recupere. —dijo Astra mirándola.

En ese momento apareció Donna, se acercó a su novia y la vio seria.

— ¿Qué ocurre?

—Aquí no. —dijo Astra.

Las dos fueron a una oficina y Astra le contó lo que había sucedido.

— ¡Que! ¿Dónde está? —dijo Donna gritando, los que pasaban por ahí se giraron para ver que ocurría en la oficina.

—En Themyscira, esperamos que se recupere allí. —dijo Astra.

—Porque nadie me ha llamado, porque no me has llamado.

—Donna, estabas en una misión.

—Mi familia es más importante que salvarle el pellejo a Robín, otra vez.

—Aunque te lo dijéramos, no puedes hacer nada, en esto estamos atadas. Sam está furiosa por lo que le han hecho a su hermana.

—Lógico. ¿Quién ha sido?

—Donna, no. Por desgracia no podemos hacer nada.

—Yo si puedo, quiero demostrar al desgraciado que nadie se mete con una amazona. —dijo Donna, estaba furiosa.

Astra sabía que no podía calmarla, era muy cabezota como Diana e incluso como su sobrina Kara.

Kara terminó de comer, las amazonas se quedaron sorprendidas al ver los platos vacíos y no eran unos pocos, eran montañas.

En ese momento se le ocurrió una idea, después de escuchar a Lena contarle quien había sido el responsable del ataque.

Metió una mano en su bolsillo trasero y sacó el extrapolador.

—Majestad, necesito que me permita traer a un hombre a la isla.

—Kara, conoces las reglas.

—Lo sé. Pero es algo importante, necesito hablar con ese hombre y enviarlo a la ciudad. Él es el único que puede hacer un trabajo que necesito que haga y confió en él.

—Las leyes están para cumplirse, lo siento. —dijo la Reina.

Kara suspiró y se levantó de la mesa, activó su pinganillo y habló directamente con su tía.

En la oficina Donna seguía despotricando, hasta que le dijo que se callara. Donna iba a decirle algo cuando la vio que estaba seria como escuchando algo.

—Tía Astra.

—Gracias a Rao, pequeña ¿estás bien?

—No estoy al 100% pero si. Escucha, voy a comunicarme con Cisco para que envíe al D.E.O a Oliver. Él trabajó como espía en el pasado, creo que puede ayudarnos en este caso. Es el único al que confío para un trabajo como este.