Super amazona (Supercorp)

2

En ese momento Hipólita vio movimiento en la cama y levantó la mirada, vio a una joven asustada, dejó el dispositivo en sus manos para que pudiera ver a la mujer. La joven se tranquilizó rápidamente.

—Mamá.
—Mi pequeña no te asustes, ahora estás a salvo. La cápsula se ha estrellado en un hermoso lugar donde te mantendrán a salvo.
— ¿Dónde estoy?
—En el planeta Tierra. ¿Te acuerdas lo que te dije antes de irte?
—Que haría grandes cosas y que siempre estaríais orgullosos de mí.
—Exacto. Kara, en este sistema solar es especial para ti. Su sol es muy joven y hará que despierten tus poderes. Parece ser que esta gente podrá ayudarte a controlarlos. Cuando seas mayor ya tomarás la decisión si los usas para ayudar o no. Yo siempre estaré contigo, tengo todas las memorias de Alura, por lo tanto soy como tu madre, también tienes opción de ver a tu padre. Es lo único que pudimos hacer por ti, para que no te sintieras tan sola. —la niña solo sonrió un poco, pero estaba triste. —Esa mujer es la reina de este lugar se llama Hipólita, espero que después de oírla hablar un poco puedas reconocer el idioma y podrás comunicarte.

Kara giró el dispositivo y miró a la mujer que estaba a su lado.

—Majestad, ya puede hablarle.
—Bien. ¿Cómo te encuentras pequeña?

Kara vio preocupación en esos ojos claros. No dijo nada durante un rato, después recordó que sus padres le enseñaron todos los idiomas que ellos conocían, buscó en su mente el idioma del planeta Tierra, recordó que tenían varios pero había uno que predominaba más que el resto, el inglés.

—Bien, asustada y triste. —Hipólita se sorprendió al oírla.
—Es comprensible, estás en un lugar que desconoces, pero no te asustes, aquí estarás a salvo. Aprenderás todo sobre el mundo del hombre y sobre nosotras las amazonas, también recibirás un entrenamiento para convertirte en una de nosotras.
—Yo soy de ciencias. —dijo algo asustada, no quería que la convirtieran en un soldado.
—Entiendo, pero aquí todas son guerreras, han recibido entrenamiento desde niñas, luego ya se dedican a otras cosas, excepto las mejores, esas se convierten en la guardia real.
—Kara, creo que es lo mejor, si acostumbras a tu cuerpo, podrás controlar mejor tus poderes, sé que no quieres hacer daño a nadie.
—De acuerdo.
—Bien, dentro de poco comeremos y te llevaré a conocer el lugar y mañana empezaras con tus estudios y entrenamiento. —dijo Hipólita, se levantó y se acercó a la puerta.

Kara se levantó de la cama, miró el dispositivo para saber si también cambiaba de forma, apretó un botón, el holograma de su madre desapareció y se convirtió en un reloj, se lo puso en la muñeca y se acercó a la reina.

Hipólita se quedó impresionada por esa tecnología, pero no dijo nada.

Salieron del cuarto, por el camino se encontraron con algunas amazonas, Hipólita les ordenó que trajeran ropa para Kara.

—Tu nave está en un lugar seguro, cuando quieras verla, una de las amazonas te llevara, cogí todo lo que encontré, pero es posible que hayan más cosas que no he visto. — le entregó una esfera roja.
—Esto es de la cápsula, es lo que la hace funcionar. —dijo Kara cogiéndola.
—Pues la guardaremos en un lugar seguro, ¿te parece bien?
—Sí. —sonrió.

Fueron a la sala de tesoros e Hipólita dejó la esfera en un pedestal, Kara lo vio todo desde la puerta.

— ¿Mi madre ha dicho que clase de poderes tendré?
—Sí, súper velocidad, fuerza, curación, una vista de águila, son lo primero que aparece, después dijo otros poderes, pero dijo que aparecerían más adelante.
—De acuerdo.

Siguieron por el pasillo hasta llegar al salón, mientras tanto Kara oía ruidos y gente hablando, miró a su alrededor y a parte de la reina, no había nadie más.