Esta historia es de Supergirl, Lena Luthor, Wonder Woman, el resto de los personajes son J'onn, Alex y Winn. En esta historia hay cosas diferentes de la serie y de los comics.
Aquí no existe Superman, Kara no es reportera de Catco, no tiene relació...
Días después, Kara estaba despidiéndose de la reina y de la general, las quería mucho habían sido como unas madres para ella, ahora tenía que empezar a vivir en un mundo en que las cosas eran entre blanco y negro y con matices de grises. Estaba nerviosa y asustada, no sabía lo que le depararía el futuro, Themyscira había sido su hogar, le recordaba tanto Argo que era como si jamás se hubiera ido de su casa.
No sabía nada del mundo humano, pero tenía a Diana con ella, una persona muy poderosa que sabía cómo iba el mundo y podría protegerla.
Diana se despidió de su madre y de su tía y después subieron al jet, puso rumbo a París, necesitaba hacer varias cosas allí. Pensó que tardaría una semana o dos antes de partir a Washington D.C.
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Cuando llegaron, Diana le dio algo de ropa humana a Kara para que se cambiara, no había que llamar la atención. Después cogieron un taxi y recorrieron la ciudad para que Kara pudiera verla un poco.
Fueron al piso de Diana para preparar las cosas para la mudanza y después cenaron.
Al día siguiente Diana y Kara fueron al centro comercial a comprar ropa para La adolescente, comprarían lo básico y en Washington comprarían más, después del comer volvieron a casa.
—Kara tengo que pasar por mi trabajo para que me preparen el traslado, tardaré un par de horas. —De acuerdo.
Más tarde el timbre sonó, Kara no sabía de dónde venía el ruido ni lo que era, lo buscó por la casa sin éxito, volvió a escuchar el sonido.
Kara usó sus rayos x y miró todo alrededor después miró al otro lado de la puerta y vio que había una persona. Se acercó a la puerta sin abrirla.
— ¿Quién? —Soy el portero, traigo un paquete para la señorita Prince. —Kara abrió la puerta y vio al hombre. — ¿Quién eres y donde está la señorita Prince? —Soy su hija y ella se ha ido al trabajo. —Oh, pues ha llegado esto esta mañana, ¿se lo podrías dar? —preguntó mientras le enseñaba el paquete. —Claro. —Gracias.
Kara cerró y dejó el paquete en la mesa, después fue a la habitación para continuar mirando la ropa nueva.
Más tarde apareció Diana con una bolsa, Kara se acercó al detectar el rico olor.
— ¿Qué es ese rico olor? —La cena. —dijo Diana sonriendo. —Genial. Por cierto ha llegado un paquete para ti. —señaló la mesa. —Gracias.
Dejó la bolsa en la encimera y fue a la mesa a por el sobre. Kara preparó la isla para cenar, buscó por los armarios las cosas ya que no conocía el lugar y Diana estaba ocupada mirando los documentos que venían en el sobre.
—Kara, ya es oficial, eres mi hija. Mi amigo ha podido hacer toda tu documentación. — ¿Y nadie ha preguntado nada? —No. Mi amigo tiene muchos contactos además de ser muy rico. — Ya, pero alguien debe de preguntarse de donde he salido. —No te preocupes por eso, ahora eres mi hija, podrás tener una vida normal.
