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—Reyes de Atlántida, sed bienvenidos a celebrar este banquete. —dijo Hipólita.

—Será un placer reina Hipólita. —dijo Mera.

Fueron todos a palacio, cuando llegaron al comedor, Alura abrazó a su hija con ganas, después a Lena y a su hermana. A la última que abrazó fue a Diana que la besó con ansiedad, se había pasado toda la batalla preocupada, no quería perder a nadie más de su familia.

Lena sonrió y cogió la mano de Kara que miraba lo mismo que ella.

Se sentaron todos y las amazonas empezaron a servir la comida.

Antes de que Arthur cogiera la carne, Kara decidió hablar.

—Si me disculpan, quiero orar por las amazonas que han fallecido en esta batalla. Gracias a ellas y a las supervivientes, el mundo está a salvo.

—Adelante. —dijo Hipólita.

—No voy a rezar a los dioses porque sería una blasfemia por mi parte cuando jamás he practicado su religión. Tampoco voy a orar por Rao, que era mi dios, porque en realidad jamás lo fue. Es una invención de mi pueblo, nada más. —Alura y Astra se la quedaron mirando. —Espero que no les importe que pida a mis antepasadas que guíen a las guerreras caídas a su destino de descanso eterno. Kara-El, la primera de la familia, la que empezó nuestra familia de leales guerreros fuertes. Helena-El, la primera en la familia que empezó nuestra familia de miembros sabios e inteligentes. Ellas son las verdaderas diosas, ellas son miembros de mi Casa, protectoras de Kriptón y yo como su heredera acepté el manto de proteger este planeta, pero eso no funciona si por ello pierdo gente de mi alrededor. Estas jóvenes y fuertes guerreras, entrenadas por la General de las amazonas, mano derecha de la Reina, murieron por salvar el mundo, por ayudarme a acabar con el mal que amenazaba la paz. Solo pido a mis abuelas que las acojan con los brazos abiertos y las guíen al mundo donde la Diosa Artemisa creó un mundo propio para sus almas. —dijo Kara.

—Amén. —dijo Lena.

—Amén. —dijeron los demás de la mesa.

—Hermosas palabras. —dijo Hipólita. —Gracias Kara.

—De nada.

Al día siguiente, la familia decidió volver a la ciudad, había pasado mucho tiempo y tenían que trabajar.

Se despidieron de la reina y de la general y cogieron el jet de Diana para ir a Nacional City.

Alura volvió a centrarse en la boda, mientras que Lena se ocupaba del papeleo, Sam había hecho un buen trabajo, pero ella como CEO tenía muchas cosas que revisar que no puede hacer una CFO.

Kara tenía el brazalete para dárselo a Lena en la boda, pero no sabia que iba a tener ella para demostrar que estaba casada. Además tenía que ser algo que pudiera usar siendo Supergirl. Decidió hablar con sus madres sobre el tema.

Llegó a casa rápidamente y las encontró preparando la comida para ellas, ya que supuestamente, Lena y ella misma comían fuera por el trabajo.

—Kara ¿Qué haces aquí?

—Tengo que hablar con vosotras sobre la boda.

—¿Qué pasa? —preguntó Diana.

—Sé lo que le daré a Lena, pero no sé qué pasa conmigo, no puedo llevar un anillo cuando soy Supergirl.

—Entiendo. —Creo que tendrás que usar el traje que te regaló, sé que es muy robusto para lo que haces diariamente, pero pienso que es mejor porque cubre las manos. Podrás llevar el anillo sin problema, nadie lo verá si llevas guantes. —explicó Diana.

Super amazona (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora