Esta historia es de Supergirl, Lena Luthor, Wonder Woman, el resto de los personajes son J'onn, Alex y Winn. En esta historia hay cosas diferentes de la serie y de los comics.
Aquí no existe Superman, Kara no es reportera de Catco, no tiene relació...
Informaron a los demás y en ese instante el móvil de Alex empezó a sonar. Contestó enseguida al ver quién era.
—Ruby ¿Qué sucede?
—Mi madre acaba de llegar y está herida, he tenido que acompañarla a la cama, no quiere ir al hospital. Creo que la han atracado o algo.
—Voy para allá. —miró a Kara.
—Ve con mi tía.
—Vale.
Las dos se marcharon corriendo a casa de Sam.
—Creo que sé como salvar a Sam, sin hacerle más daño. —dijo Kara.
— ¿Cómo? —preguntó Lena.
—Mi padre me contó sobre lo que podía hacerme aquí la kriptonita.
—Es cierto, había de todo tipo y cada una te afectaba de un modo diferente. —dijo Diana recordando.
—Hay una que es tóxica para mí, pero me dijo que jamás la tocara porque dividiría mi ser en dos.
— ¿Qué? —preguntó Winn.
—Todos tenemos un lado bueno y un lado malo, pero en nuestro caso predomina más el lado bueno. Sam es el lado bueno y Reign es el lado malo. Esa kriptonita las separaría.
—Quieres decir, que ¿Reign tendría cuerpo propio? —preguntó Lena.
—Sí.
— ¿Dónde podemos encontrar esa kriptonita? —preguntó Lena.
—En ninguna parte, en este planeta no han llegado ninguna de ellas, excepto la verde que incautamos hace tiempo. —dijo J'onn.
—Esa kriptonita no existe en realidad, fue creación de mi padre, así que en el ordenador estará la fórmula.
— ¿Por qué dejaría la fórmula sabiendo lo que puede hacerte? —dijo Lena.
—Por si llegábamos a necesitarlo alguna vez, además era científico, querría proteger todos sus inventos e investigaciones. —explicó Kara, Lena lo entendió porque ella haría lo mismo.— Voy a la Fortaleza y mandaré a un Kelex a hacerlo, nosotros no podemos tocarlo. —dijo Kara.
—Muy bien. Yo iré a L-Corp a prepararlo todo para tener allí a Sam, en el laboratorio. —dijo Lena.
—Te acompaño. —dijo Diana.
Las tres se fueron dejando a J'onn y a Winn allí solos sin poder opinar nada.
—Jefe, creo que sobramos.
—Ya me he dado cuenta.
Astra y Alex llegaron a la casa, la agente tenía llave así que entró sin problemas. Se encontró a Ruby en la cocina y la abrazó, después fueron al dormitorio de Sam y la vieron en la cama, tenía la cara con moratones y el labio partido.
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