Super amazona (Supercorp)

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Kara fue a la fortaleza después de estar varios días buscando un anillo de compromiso, no encontró nada que le gustara así que fue allí a por un diamante kriptoniano.

Fue a la cámara secreta, la abrió con una muestra de su sangre. En ese lugar se encontraban todos los tesoros de la Casa de El, los que tanto su padre como su tío habían conseguido reunir con los años. Faltaban muchos pero se perdieron con los años.

Se acercó a un pequeño cofre y lo abrió, dentro de él había joyas de todo tipo, por supuesto no de la última época, la gente ya no usaba esas cosas.

En ese momento apareció un espíritu detrás de ella y Kara no se había dado cuenta de ello.

—Te recomiendo que cojas el del aro ancho. —Kara se asustó porque dio un bote y se giró sorprendida. —Lo siento.
—Abuela ¿Qué haces aquí?
—Bueno, aunque esté muerta puedo leer los pensamientos de los vivos, así que sabía lo que querías hacer y vine a ayudar.— dijo Kara-El.
—Entonces la abuela Helena lo sabe.
—Sí y está feliz por las dos. Os merecéis ser felices.
—Gracias abuela.

Kara cogió el anillo que le dijo su abuela, era el más antiguo de todos, necesitaba un poco de limpieza pero nada más.

—¿Por qué este? —preguntó Kara, el anillo era sencillo.
—Con este anillo, le pedí a tu abuela que se casara conmigo.
—Oooooh. —Kara sonrió, ya tenía anillo.
—Puedes escribir en él si quieres.
—Mmm, si, el ancho es perfecto para poder escribir algo. Gracias abuela.
—De nada. —en ese momento desapareció.

Kara cerró el cofre y cerró también la cámara. Fue a la sala de control para pedirle dos cosas al Kelex.

—Dígame ama.

—Necesito que me hagas dos cosas. La primera, limpia con cuidado este anillo, es muy antiguo, la segunda, necesito que grabes en la parte de abajo, el escudo y en un lado del aro una frase en irlandés.

—De acuerdo. —cogió el anillo con cuidado y se fue a limpiarlo un poco.

Mientras tanto Kara sacó el teléfono y buscó en internet un traductor al irlandés para poder escribir algo en ese idioma.

Grá síoraí

Sonrió al ver que tenía la frase, ahora solo faltaba grabarla en el anillo.

El Kelex apareció con el anillo, Kara vio que brillaba, parecía nuevo, también se fijó que el robot había grabado el escudo en la parte de abajo.

—Perfecto, necesito que grabes esta frase. —le enseñó la pantalla del móvil.

El robot se grabó en su disco duro la frase y después se dispuso a escribirla con su láser en el anillo. Sujetó el anillo con dos dedos haciendo pinza y con el dedo de la otra mano activó el láser y escribió.

Kara se fijó que el robot iba lento pero seguro, sonrió por un momento pensando que él sabía para que lo quería.

Cuando terminó se lo dio a Kara y ella vio el resultado, sonrió feliz. Después se le ocurrió poner la misma frase en kriptoniano en el otro lado del aro, pero esta vez quería ser ella quien lo escribiera.

Se despidió del Kelex y se fue al laboratorio, allí tenía las herramientas que necesitaba para completar el anillo.

Llegó a Nacional City y voló hasta L-Corp, aterrizó en la azotea y se quitó el traje, entró en el edificio y cogió el ascensor para ir al laboratorio. Iba tan decidida que no le dijo nada al guarda de la entrada. Pasó los controles como siempre y fue directamente a su mesa. Dejó el anillo en unos fórceps y después cogió un lápiz láser del cajón, cuando lo encendió empezó a escribir con cuidado las primeras letras.