Por ti volaré.

Lo que sea por...

"No hay peor ciego que el que no quiere ver".

-... Fu... ¿Estás despierto?

-...

-Hey Fugo...

-...

-Te quiero~

-... Ash... Y yo a ti.

--JAJAJA ¡SABÍA QUE ESTABAS DESPIERTO!

-No hay caso contigo, nunca puedo despertar tranquilo -Bufé medio dormido.

-Jijiji, es que no puedo dormir cuando estamos juntos -Sonrió contento.

Se veía tan dulce... Su cabello despeinado, su sonrisa gigante, su buen humor... Parece un sueño.

Acaricié su mejilla embobado en lo suave que lucía -Te...

-Quiero~~ -Canturreó robándome un beso.

-Ah... Mierda, no lo vi venir. -Admití atontado.

-Será divertido poder molestarte desde ahora

-¿Desde ahora? Bah

-Jajaja, bueno, besarte cada vez que quiera -Me abrazó por debajo de las sábanas.

-Eres un caos -Besé su mejilla.

Permanecimos acostados por un buen rato, dándonos algunos besos cada tanto y caricias la mayor parte del tiempo.

-Me encanta lo lindo que eres -Dijo Nara entre mis brazos.

-¿P-por?

-¿Por? -Repitió con la ceja alzada -No todo tiene que tener lógica, solo... Eso. -Comentó encogiéndose de hombros con obviedad.

Sonreí con un ligero alivio en la espalda -Sí... Creo que tienes razón

Desde entonces nuestra mañana a transcurrido lenta y placenteramente.

Desayunamos algo ligero (no sus porquerías de queque en microondas), reposamos un rato dónde vimos televisión, y luego pasamos a la tarea. Tanto suya como la mía, desgraciadamente. Las lecciones del día de hoy consistían en repasar lenguaje y lo que dejamos en las dos semanas que no estuve, y unos ejercicios básicos de matemáticas, mas que nada reforzamiento de lo que ya habíamos visto tiempo atrás. Mientras que, yo redactaba en mi mejor letra un informe completo de lo ocurrido el día anterior y el caótico caso de Giulio Fontana.

-¿Cómo vas con tu tarea? Hace un rato no te oigo hacer ruido -Puntualicé sin despegar la vista de mi trabajo.

Narancia no respondió.

No me pareció del todo normal que no respondiera alguna barbaridad así que levanté la vista y lo que mis ojos veían era algo que me arrepentí de presenciar.

-¿Qué mierda haces? -Hablé en tono grave.

Narancia parecía sumergido en un trance, tal vez ni siquiera había notado que le hablaba.

-Narancia detente. -Demandé sin respuesta. -Narancia dije que te de tuvieras -Subí un poco la voz sin poder hacer mas que ello -¡Narancia basta! -Grité expectante y preso de lo que hacía.

Pude golpear su mano y hacer que soltara su lápiz, pude tomar su brazo y hacer que se distrajera, lo que sea. Pero ver como Narancia escribía cosas sobre su piel me superaba en todos los aspectos.

-¿Fu? -Me miró confuso sin notar su brazo rallado.

Lo que menos planeaba era verme molesto o sobre reaccionar, pero había pasado poco tiempo, según el doctor que atendió a Narancia está muy mal y recién ahora entiendo a qué se refería. Obviamente estaba furioso por lo que pasaba.